Ingesta de sodio y potasio y riesgo cardiovascular

En el seguimiento de 8,8 años de más de 10.000 personas se encontró que una mayor excreción urinaria basal de sodio se asocia con peores resultados cardiovasculares, mientras que el potasio tiene efecto protector. Cada incremento de 1 g/día en la excreción de sodio se asoció con un aumento del 18% en el riesgo cardiovascular y cada aumento de 1 g/día en la excreción de potasio, con un 18% de disminución del riesgo. New England Journal of Medicine, 13 de noviembre de 2021.

Resumen

Antecedentes: la relación entre la ingesta de sodio y las enfermedades cardiovasculares sigue siendo controvertida, debido en parte a una evaluación inexacta de la ingesta de sodio. La evaluación de la excreción urinaria de 24 horas durante un período de varios días se considera un método preciso.

Métodos: se incluyeron datos de participantes individuales de seis cohortes prospectivas de adultos generalmente sanos; la excreción de sodio y potasio se evaluó con el uso de al menos dos muestras de orina de 24 horas por participante. El resultado primario fue un evento cardiovascular (revascularización coronaria o infarto de miocardio o accidente cerebrovascular fatal o no fatal). Analizamos cada cohorte mediante métodos consistentes y combinamos los resultados mediante un metanálisis de efectos aleatorios.

Resultados: entre 10,709 participantes, que tenían una edad media (± DE) de 51,5 ± 12,6 años y de los cuales el 54,2% eran mujeres, se determinaron 571 eventos cardiovasculares durante una mediana de seguimiento del estudio de 8,8 años (tasa de incidencia, 5,9 por 1000 personas- años). La excreción de sodio en orina de 24 horas fue de 3270 mg (percentil 10 a 90, 2099 a 4899). Una mayor excreción de sodio, una menor excreción de potasio y una mayor proporción de sodio a potasio se asociaron con un mayor riesgo cardiovascular en los análisis que fueron controlados por factores de confusión (P≤0,005 para todas las comparaciones). En los análisis que compararon el cuartil 4 del biomarcador urinario (más alto) con el cuartil 1 (más bajo), las razones de riesgo fueron 1,60 (intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,19 a 2,14) para la excreción de sodio, 0,69 (IC del 95%, 0,51 a 0,91) para la excreción de potasio y 1,62 (IC del 95%, 1,25 a 2,10) para la relación sodio / potasio. Cada incremento diario de 1000 mg en la excreción de sodio se asoció con un aumento del 18% en el riesgo cardiovascular (índice de riesgo, 1,18; IC del 95%, 1,08 a 1,29), y cada incremento diario de 1000 mg en la excreción de potasio se asoció con un 18% disminución del riesgo (índice de riesgo, 0,82; IC del 95%, 0,72 a 0,94).

Conclusiones: la ingestas alta de sodio y baja de potasio, medidas en múltiples muestras de orina de 24 horas, se asociaron de una manera dosis-respuesta con un mayor riesgo cardiovascular. Estos hallazgos pueden apoyar la reducción de la ingesta de sodio y el aumento de la ingesta de potasio de los niveles actuales. (Financiado por la Asociación Estadounidense del Corazón y los Institutos Nacionales de Salud).

El estudio original:

Ma Y, He FJ, Sun Q, et al. 24-Hour Urinary Sodium and Potassium Excretion and Cardiovascular Risk. N Engl J Med November 13, 2021. DOI: 10.1056/NEJMoa2109794

Disponible en: https://bit.ly/3ck3n09

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