La evidencia reunida sugiere que una sola dosis de vacuna contra la fiebre amarilla proporciona protección de por vida a los viajeros. Sin embargo, en las personas que viven con el VIH y en los niños (menores de 2 años), es posible que aún se requieran dosis de refuerzo porque una proporción menor de vacunados estaba seroprotegido 10 o más años después de la vacunación. The Lancet Global Health, 22 de enero de 2024.