BMJ 26 de junio de 2019 Los adultos de mediana edad y adultos mayores, incluidos aquellos con enfermedades cardiovasculares y cáncer, pueden obtener importantes beneficios de longevidad al volverse más activos físicamente, independientemente de los niveles de actividad física pasados y los factores de riesgo establecidos. Se pueden lograr considerables impactos en la salud de la población con una participación constante en la actividad física durante la mitad de la vida.