esta revisión de políticas exige que los organismos reguladores alineen mejor sus procedimientos e insistan en evidencia sólida, preferiblemente a través de ensayos controlados aleatorios imparciales. Los procesos de aprobación de medicamentos deben priorizar el beneficio para el paciente, la supervivencia general y la calidad de vida para minimizar los riesgos e incertidumbres para los pacientes. The Lancet Oncology, marzo de 2024