Actualización en Pediatría: manejo de la intolerancia a la lactosa

El manejo nutricional de la intolerancia deberá hacerse siempre preservando la lactancia materna. La reducción o suspensión de la lactosa deberá ser transitoria y se reemplazarán alimentos suspendidos por otros con adecuados aportes calóricos, proteicos y de minerales y vitaminas. Archivos Argentinos de Pediatría, diciembre de 2021.


Resumen

La lactosa es el principal carbohidrato de la leche materna. Es un disacárido conformado por glucosa y galactosa. Su producción en la glándula mamaria es independiente de la dieta materna. Además de proveer energía, es la única fuente de galactosa de la dieta, necesaria para la síntesis de macromoléculas como oligosacáridos, glicoproteínas y glicolípidos. Favorece la absorción y retención de calcio, magnesio y cinc. Su digestión por la enzima lactasa y posterior absorción tienen lugar en intestino delgado. El déficit de lactasa, que puede ser primario congénito (muy infrecuente), primario tardío o secundario por lesión intestinal, puede generar intolerancia con síntomas como dolor, distensión abdominal, flatulencia y diarrea. En el colon, bifidobacterias y lactobacilos pueden hidrolizarla. El manejo nutricional de la intolerancia deberá hacerse siempre preservando la lactancia materna. La reducción o suspensión de la lactosa deberá ser transitoria y se reemplazarán alimentos suspendidos por otros con adecuados aportes calóricos, proteicos y de minerales y vitaminas.

El artículo completo:

Toca MC, Fernández A, Orsi M, Tabacco O, Vinderola G. Intolerancia a la lactosa: mitos y verdades. Actualización. Arch Argent Pediatr 2022;120(1):59-66.

Disponible en: https://bit.ly/32TA0R2

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