Actualización viva en curso de posibles terapias COVID-19: resumen de revisiones sistemáticas rápidas.

Esta es la duodécima edición de este resumen de revisiones sistemáticas rápidas, que incluye los resultados de la literatura actualmente disponible. Se están investigando más de 200 opciones terapéuticas o sus combinaciones en más de 1700 ensayos clínicos. En esta revisión, se examinan 58 opciones terapéuticas potenciales. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) está monitoreando continuamente las investigaciones en curso sobre las posibles opciones terapéuticas. A medida que surjan pruebas, la OPS evaluará y actualizará inmediatamente su posición, y en particular en lo que respecta a cualquier subgrupo de población especial, como niños, mujeres embarazadas, personas con enfermedades inmunitarias, etc. Organización Panamericana de la Salud  OPS 30  de noviembre de  2020

Mensajes clave hasta el momento

• Más de 200 intervenciones terapéuticas o sus combinaciones están siendo investigadas en más de 1700 estudios clínicos. En esta revisión se incluyen 58 posibles intervenciones para el manejo de pacientes con COVID-19 (cuadro 3).

  •  El conjunto de evidencia sobre los esteroides incluye diez estudios aleatorizados y controlados (ECA) y muestra que la administración de dosis bajas a moderadas (la dosis utilizada en el estudio RECOVERY fue dexametasona 6 mg por vía oral o endovenosa al día durante 10 días) probablemente reducen la mortalidad en pacientes con infección grave por COVID-19. Estos resultados fueron uniformes luego de agregar al análisis estudios en los que pacientes con SDRA de otras etiologías fueron aleatorizados a recibir corticosteroides o manejo estándar.

• En el ensayo Solidaridad de la OMS remdesivir no tuvo un efecto relevante desde el punto de vista clínico sobre la mortalidad global, la necesidad de ventilación mecánica invasiva o el tiempo de estadía hospitalaria. Al combinar dichos resultados con otros tres ECA, remdesivir podría reducir la mortalidad, los requerimientos de ventilación mecánica invasiva y mejorar el tiempo hasta la resolución de los síntomas. Sin embargo, la certeza en la evidencia es baja y es necesaria más información de estudios con un diseño adecuado para confirmar o descartar estas conclusiones.

• El conjunto de evidencia sobre hidroxicloroquina, interferón beta 1-a y lopinavir-ritonavir, incluidos los resultados preliminares de los ensayos Recovery y Solidaridad, no muestra beneficios en la reducción de la mortalidad, requerimientos de ventilación mecánica invasiva o en el plazo necesario para la mejoría clínica. Incluso la evidencia sobre hidroxicloroquina sugiere que su utilización probablemente genere un incremento en la mortalidad. Seis estudios que evaluaron la hidroxicloroquina en personas expuestas a la COVID-19 mostraron una tendencia no estadísticamente significativa hacia una reducción en el riesgo de infección. Más información de estudios con un diseño adecuado es necesaria para confirmar o descartar estas conclusiones.

• Los resultados de siete ECA que evaluaron el uso de plasma de convaleciente en pacientes con COVID-19 mostraron una tendencia no significativa desde el punto de vista estadístico hacia una reducción en la mortalidad y la necesidad de ventilación mecánica invasiva. Sin embargo, el único estudio en el que tanto los pacientes como el personal de salud desconocían las intervenciones no mostró reducción en la mortalidad. La certeza en la evidencia es muy baja y se necesita más información de estudios con un diseño adecuado para confirmar o descartar estas conclusiones.

• Hasta el momento, en relación con el tocilizumab, los resultados de tres ECA sugieren ausencia de beneficios en la mortalidad con una tendencia hacia la reducción en los requerimientos de ventilación mecánica e incremento en la velocidad de resolución de los síntomas. Sin embargo, la certeza en la evidencia es baja y más información de estudios con un diseño adecuado es necesaria para confirmar o descartar estas conclusiones.

• Hasta el momento, en relación con la ivermectina, colchicina y famotidina hay evidencia de muy baja certeza, por lo que sus efectos son inciertos. Se necesita más información de estudios con un diseño adecuado para evaluar la utilidad de ivermectina en este supuesto.

• Las complicaciones tromboembólicas en pacientes con COVID-19 son frecuentes. Al igual que en pacientes hospitalizados por afecciones médicas graves, las directrices de práctica clínica vigentes indican que los pacientes hospitalizados por COVID-19 sean tratados con medidas tromboprofilácticas.

• Hasta el momento, en relación con el uso de AINES no se observa una asociación con un incremento en la mortalidad. Sin embargo, la certeza en la evidencia es muy baja, por lo que se necesita más información de estudios con un diseño adecuado para confirmar o descartar estas conclusiones.

• La administración de medicamentos como ivermectina, antivirales e inmunomoduladores, entre otros, debería realizarse solo en el ámbito de estudios clínicos diseñados para evaluar su eficacia y seguridad, éticamente aprobados y con previo consentimiento de los pacientes.

• La Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace seguimiento en todo momento de la evidencia en relación con cualquier posible intervención terapéutica. A medida que se disponga de nueva evidencia, la OPS la incorporará con rapidez y actualizará sus recomendaciones, especialmente si dicha evidencia se refiere a grupos en situación de vulnerabilidad como los niños, las mujeres embarazadas o los pacientes inmunocomprometidos, entre otros.

• La OPS también tiene en cuenta las diferencias en los efectos de la COVID-19 en función de la identidad étnica de las personas y sobre las minorías. En consecuencia, recopila de manera continua información que pueda servir para mitigar el exceso de riesgo de enfermedad grave o muerte de estas minorías. Estos grupos sufren inequidades sociales y estructurales que conllevan una carga desproporcionada relacionada con la COVID.

• La seguridad de los pacientes afectados por la COVID-19 es una prioridad para mejorar la calidad de la atención y los servicios de salud.

• Sigue siendo apremiante la necesidad de elaborar ensayos clínicos aleatorizados de alta calidad que incluyan pacientes con COVID-19 a fin de poder desarrollar estrategias de manejo confiables. La importancia de los ECA con un diseño adecuado es fundamental en la toma de decisiones basadas en evidencia. Hasta el momento, la mayoría de la investigación en el campo de la COVID-19 tiene muy baja calidad metodológica, lo que dificulta su uso y aplicación.

el documento completo

en https://bit.ly/36w0jMB

Compartir