Antipsicóticos: mala ciencia, pseudoinnovación, prescripción desbordada y yatrogenia

Butlletí groc, Vol. 29, n.º 3 y 4, julio - septiembre 2016 y octubre - diciembre 2016 Fundació Institut Català de Farmacologia, 6 de marzo de 2017 En los últimos años el consumo de los llamados antipsicóticos ha crecido considerablemente. Además, desde los años noventa se siguen comercializando nuevos fármacos, de manera que en España hay veintitrés. También se comercializan nuevas formas farmacéuticas. Sus indicaciones (autorizadas o no) también se han ampliado

 

Butlletí groc, Vol. 29, n.º 3 y 4, julio - septiembre 2016 y octubre - diciembre 2016

 

Fundació Institut Català de Farmacologia, 6 de marzo de 2017

 

En los últimos años el consumo de los llamados antipsicóticos ha crecido considerablemente. Además, desde los años noventa se siguen comercializando nuevos fármacos, de manera que en España hay veintitrés. También se comercializan nuevas formas farmacéuticas. Sus indicaciones (autorizadas o no) también se han ampliado. En este número doble revisamos su eficacia y toxicidad. En el próximo número comentaremos el uso de estos fármacos en indicaciones no contrastadas, así como algunos fármacos de comercialización reciente, de administración parenteral y efecto prolongado

 

¿Antipsicóticos o neurolépticos?

 

En 1952 Henri Laborit describió los efectos de la clorpromacina como atarácticos o neurolépticos. En griego la ataraxia es la ausencia de turbación, que según los epicúreos se debe al apaciguamiento de las pasiones y los deseos. Neuroléptico significa que ata o bloquea el cerebro, que lo aísla. También se les llamó tranquilizantes mayores, pero desde los años sesenta,

 

sobre todo a raíz de la introducción del haloperidol, se les llamó antipsicóticos. Este término es engañoso, porque sugiere un efecto específico, cuando en realidad estos y otros psicofármacos sólo modifican síntomas, pero no actúan directamente sobre la enfermedad mental.

 

El Boletín doble en http://bit.ly/2mlL6Xl

 

 

 

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