Asociación de las privaciones del vecindario y la posición socioeconómica individual con la mortalidad por todas las causas

El análisis conjunto de seis cohortes con más de 160.000 participantes muestra que el efecto perjudicial para la salud de vivir en barrios desfavorecidos es más pronunciado entre las personas con bajo nivel educativo, lo que amplifica las desigualdades sociales en salud. Este hallazgo es relevante para las políticas destinadas a reducir las desigualdades en salud, ya que sugiere que estos problemas deben abordarse tanto a nivel individual como comunitario. The Lancet Public Health, 1º de mayo de 2022.

Resumen

Antecedentes: pocos estudios han examinado las interacciones entre la posición socioeconómica individual y las condiciones de privación del vecindario, y los hallazgos hasta ahora son heterogéneos. Usando una muestra grande de cohortes diversas, investigamos el efecto de interacción de la privación socioeconómica del vecindario y la posición socioeconómica individual, evaluada mediante la educación, sobre la mortalidad.

Métodos: hicimos un análisis longitudinal multicohorte que incluyó seis estudios de cohortes que participan en el consorcio europeo LIFEPATH: CoLaus (Lausana, Suiza), E3N (Francia), EPIC-Turín (Turín, Italia), EPIPorto (Oporto, Portugal), Melbourne Collaborative Cohort Cohortes de estudio (Melbourne, VIC, Australia) y Whitehall II (Londres, Reino Unido). En el presente estudio se incluyeron todos los participantes con datos sobre mortalidad, nivel educativo y privación del vecindario. Las fuentes de datos fueron las bases de datos de cada estudio de cohorte. Se utilizó la regresión de Poisson para estimar las tasas de mortalidad y las asociaciones (riesgo relativo, IC del 95 %) con la privación del vecindario (desde Q1, el de menor grado de privaciones, a Q5, el más desfavorecido). El nivel educativo inicial se utilizó como indicador de la posición socioeconómica individual. Las estimaciones se combinaron mediante análisis agrupados y se calculó el exceso de riesgo relativo debido a la interacción para identificar interacciones aditivas.

Resultados: las cohortes comprendían una población total de 168 801 individuos. Las fechas de reclutamiento fueron 2003–06 para CoLaus, 1989–91 para E3N, 1992–98 para EPIC–Turin, 1999–2003 para EPIPorto, 1990–94 para MCCS y 1991–94 para Whitehall II. Usamos solo los datos de la línea de base y lo de mortalidad obtenidos mediante vinculación de registros. Las tasas de mortalidad ajustadas por edad fueron más altas entre los participantes que residían en barrios más desfavorecidos que en los barrios menos desfavorecidos (Q1 barrios menos desfavorecidos, 369.7 por 100 000 años-persona [IC 95 % 356.4–383.2] vs Q5 -barrios más desfavorecidos 445.7 por 100 000 años-persona [430.2–461.7]), pero la magnitud de la asociación varió según el nivel educativo (exceso de riesgo relativo debido a la interacción=0.18, IC95 % 0.08–0.28). El riesgo relativo para Q5 versus Q1 fue 1.31 (1.23–1.40) entre personas con educación primaria o menos, pero menos pronunciado entre aquellos con educación secundaria (1.12; 1.04–1.21) y educación terciaria (1.16; 1.07–1.27). Las asociaciones se mantuvieron después del ajuste por factores a nivel individual, como el tabaquismo, la actividad física y el consumo de alcohol, entre otros.

Interpretación: nuestro estudio sugiere que el efecto perjudicial para la salud de vivir en barrios desfavorecidos es más pronunciado entre las personas con bajo nivel educativo, lo que amplifica las desigualdades sociales en salud. Este hallazgo es relevante para las políticas destinadas a reducir las desigualdades en salud, lo que sugiere que estos problemas deben abordarse tanto a nivel individual como comunitario.

Fondos: la Comisión Europea, Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Fundación Portuguesa para la Ciencia y la Tecnología.

El estudio original:

Ribeiro AI, Fraga S, Severo M, et al. Association of neighbourhood disadvantage and individual socioeconomic position with all-cause mortality: a longitudinal multicohort analysis. The Lancet Public Health, 1º de mayo de 2022. DOI:https://doi.org/10.1016/S2468-2667(22)00036-6

Disponible en: https://bit.ly/3KBADi8

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