Asociación entre tipos específicos de grasas en la dieta y mortalidad

Los hallazgos apoyan la recomendación de reemplazar grasas saturadas y grasas trans por grasas polinsaturadas. JAMA Internal Medicine, 5 de julio de 2016

JAMA Internal Medicine, 5 de julio de 2016

Importancia: estudios anteriores han demostrado asociaciones entre distintas grasas específicas en la dieta y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la evidencia de la relación entre el tipo de grasa de la dieta y mortalidad sigue siendo limitada e inconsistente.

Objetivo: examinar la asociación de grasas dietéticas específicas con mortalidad total y por causas específicas en 2 grandes estudios de cohortes en curso.

Diseño, ámbito y participantes: en este estudio de cohortes se estudiaron 83.349 mujeres del Nurses’ Health Study (1º de julio de 1980 a 30 de junio de 2012) y 42.884 varones del Health Professionals Follow-up Study (1º de febrero de 1986 a 31 de enero de 2012) que estaban libres de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes tipos 1 y 2 al inicio del estudio. La ingesta de grasas se evaluó al inicio del estudio y se actualiza cada 2 a 4 años. La información sobre la mortalidad se obtuvo a partir de búsquedas sistemáticas de los registros vitales de los Estados y el Índice Nacional de Muerte, complementado por informes de los miembros de la familia o las autoridades postales. Los datos fueron analizados a partir del 18 de septiembre de 2014 al 27 de marzo de 2016.

Resultados principales: mortalidad total y por causas específicas.

Resultados: durante 3.439.954 años-persona de seguimiento se documentaron 33.304 muertes. Después de ajustar por factores de riesgo conocidos y sospechosos, la grasa total de la dieta en comparación con el total de carbohidratos se asoció inversamente con la mortalidad total (hazard ratio [HR] comparando quintiles extremos, 0,84; IC 95%, 0,81 a 0,88; P <0,001 para la tendencia). Las HR de la mortalidad total comparando quintiles extremos de las grasas dietéticas específicas fueron 1,08 (IC95%, 1,03 a 1,14) para la grasa saturada, 0,81 (IC95%, 0,78 a 0,84) para los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA), 0,89 (IC95%, 0,84 a 0,94) para los ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) y 1,13 (IC95%, 1,07 a 1,18) para las grasas trans (P <0,001 para la tendencia para todos). La sustitución del 5% de la energía de las grasas saturadas con una energía equivalente a partir de ácidos grasos poliinsaturados y ácidos grasos monoinsaturados se asoció con una reducción estimada de mortalidad total del 27% (HR, 0,73; IC95% 0,70 a 0,77) y 13% (HR, 0,87; IC95% 0,82 a 0,93), respectivamente. El HR para la mortalidad total comparando quintiles extremos de la ingesta de PUFA ω-6 fue de 0,85 (IC95% 0,81 a 0,89; p <0,001 para la tendencia). La ingesta de PUFA ω-6, especialmente el ácido linoleico, se asoció inversamente con la mortalidad a causa de la mayoría de las causas principales, mientras que la ingesta de PUFA ω-3 marinos se asocia con una mortalidad total modestamente más baja (HR comparando quintiles extremos, 0,96; IC del 95%, 0,93 -1.00, p = 0,02 para la tendencia).

Conclusiones y relevancia: Los diferentes tipos de grasas en la dieta tienen asociaciones divergentes con la mortalidad total y por causas específicas. Estos hallazgos apoyan las recomendaciones dietéticas actuales para reemplazar las grasas saturadas y grasas trans por grasas insaturadas.

 

El artículo:

 Wang DD, Li Y, Chiuve SE, et al. ASsociation of specific dietary fats with total and cause-specific mortality. JAMA Intern Med [Internet]. 5 de julio de 2016 [citado 6 de julio de 2016]; Disponible en: http://dx.doi.org/10.1001/jamainternmed.2016.2417

http://bit.ly/29khv7B

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