Azitromicina durante los primeros tres años de vida en pacientes con fibrosis quística

El tratamiento con azitromicina desde el diagnóstico de fibrosis quística no redujo la extensión de la enfermedad pulmonar estructural a los 36 meses de edad; sin embargo, redujo la inflamación de las vías respiratorias, la morbilidad, incluidas las exacerbaciones pulmonares en el primer año de vida y las hospitalizaciones, y mejoró algunos resultados clínicos asociados con la enfermedad pulmonar por fibrosis quística. The Lancet Respiratory Medicine, 2 de junio de 2022.

Resumen

Antecedentes: la enfermedad pulmonar estructural y la inflamación de las vías respiratorias dominada por neutrófilos están presentes desde los 3 meses de edad en niños diagnosticados con fibrosis quística después del cribado neonatal. Planteamos la hipótesis de que la azitromicina, administrada tres veces por semana a lactantes con fibrosis quística desde el diagnóstico hasta los 36 meses de edad, reduciría la extensión de la enfermedad pulmonar estructural según se captura en las tomografías computarizadas de tórax.

Métodos: se realizó un ensayo de fase tres, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo en ocho centros pediátricos de fibrosis quística en Australia y Nueva Zelanda. Los bebés (de 3 a 6 meses de edad) diagnosticados con fibrosis quística después de la evaluación del recién nacido fueron elegibles. Los criterios de exclusión incluyeron ventilación mecánica prolongada en los primeros 3 meses de vida, enfermedad médica clínicamente significativa o comorbilidades distintas de la fibrosis quística o hipersensibilidad a los macrólidos. Los participantes fueron asignados aleatoriamente (1:1) para recibir azitromicina (10 mg/kg de peso corporal por vía oral tres veces por semana) o placebo equivalente hasta los 36 meses de edad. La aleatorización se realizó con una estrategia de bloques permutados y un sistema de respuesta interactivo basado en la web, estratificado por sitio de estudio. El desenmascaramiento se realizó una vez que todos los participantes completaron el ensayo. Los dos resultados primarios fueron la proporción de niños con bronquiectasia definida radiológicamente y el porcentaje del volumen pulmonar total afectado por la enfermedad. Los resultados secundarios incluyeron resultados clínicos y los resultados exploratorios fueron marcadores inflamatorios. Los análisis se realizaron con el principio de intención de tratar. Este estudio está registrado en ClinicalTrials.gov (NCT01270074).

Resultados: entre el 15 de junio de 2012 y el 10 de julio de 2017, se evaluaron 281 pacientes, de los cuales 130 se inscribieron, se asignaron al azar y recibieron la primera dosis del estudio. 68 participantes recibieron azitromicina y 62 recibieron placebo. A los 36 meses, el 88 % (n=50) del grupo de azitromicina y el 94 % (n=44) del grupo de placebo tenían bronquiectasias (odds ratio 0,49, IC del 95 %: 0,12 a 2,00; p=0 ·32), y la enfermedad total de las vías respiratorias no difirió entre los grupos (diferencia de medianas −0,02 %, IC del 95 %: −0,59 a 0,56; p=0,96). Los resultados secundarios incluyeron menos días de hospitalización por exacerbaciones pulmonares (diferencia de medias -6,3, IC del 95 % -10,5 a -2,1; p=0,0037) y menos ciclos de antibióticos inhalados u orales (cociente de tasas de incidencia 0,88, IC del 95 %: 0,81 a 0,97; p=0,0088) para los del grupo de azitromicina. Para el análisis exploratorio planificado previamente, las concentraciones de inflamación de las vías respiratorias fueron más bajas para los participantes que recibieron azitromicina, incluida la interleucina-8 (diferencia de medianas −1,2 pg/mL, IC del 95 %: −1,9 a −0,5; p=0· 0012) y la actividad de la elastasa de neutrófilos (−0,6 μg/mL, −1,1 a −0,2; p=0,0087) a los 36 meses de edad, aunque no se observaron diferencias entre los grupos para la interleucina-8 o los neutrófilos. actividad elastasa a los 12 meses. No hubo efecto de la azitromicina en el índice de masa corporal a la edad de 36 meses (diferencia de medias 0,4, IC del 95 % -0,1 a 0,9; p=0,12), ni ninguna evidencia de aparición de patógenos con el uso de azitromicina. Hubo pocos resultados adversos sin diferencias entre los grupos de tratamiento.

Interpretación: el tratamiento con azitromicina desde el diagnóstico de fibrosis quística no redujo la extensión de la enfermedad pulmonar estructural a los 36 meses de edad; sin embargo, redujo la inflamación de las vías respiratorias, la morbilidad, incluidas las exacerbaciones pulmonares en el primer año de vida y las hospitalizaciones, y mejoró algunos resultados clínicos asociados con la enfermedad pulmonar por fibrosis quística. Por lo tanto, sugerimos que la administración de azitromicina tres veces por semana es una estrategia que podría considerarse para el tratamiento temprano de rutina de los pacientes pediátricos con fibrosis quística.

Fondos: Fundación de Fibrosis Quística.

El artículo original:

Stick SM, Foti A, Ware RS, et al. The effect of azithromycin on structural lung disease in infants with cystic fibrosis (COMBAT CF): a phase 3, randomised, double-blind, placebo-controlled clinical trial. The Lancet Respiratory Medicine June 02, 2022. DOI:https://doi.org/10.1016/S2213-2600(22)00165-5

Disponible en: https://bit.ly/3GTve62

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