Cambios de la GINA en el tratamiento del asma leve: ¿adecuados para todos los pacientes?

Las recomendaciones de GINA han generado cierto debate y controversia. El objetivo de este INFAC es describir los motivos y las evidencias en las que se ha basado GINA para proponer las nuevas recomendaciones, así como valorar sus ventajas, inconvenientes y aspectos controvertidos. Boletín INFAC Volumen 28, Nº 2, 2020, septiembre de 2020

Introducción
El asma es una enfermedad pulmonar heterogénea caracterizada por una inflamación crónica de las vías aéreas. Los objetivos del tratamiento del asma son controlar los síntomas, prevenir el riesgo de futuras exacerbaciones y alcanzar la mejor función pulmonar posible, sin efectos adversos1,2. A pesar de la disponibilidad de tratamientos muy eficaces, su control sigue siendo subóptimo y continúa asociándose a una morbilidad y mortalidad significativas a nivel global3. La Iniciativa Global para el ASMA (GINA) se creó en el año 1993 a través de la colaboración del National Heart, Lung, and Blood Institute de los Estados Unidos de América (NHLBI) y la Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de proporcionar una estrategia global para el asma, que pudiera ser adaptada a los contextos y sistemas sanitarios de los distintos países. En 1995 publicó por primera vez la “Estrategia Global para el Manejo y Prevención de Asma” y, a partir de 2002, se han publicado actualizaciones anuales. La publicada en 2019 representa el cambio más importante en los últimos 30 años, y afecta sobre todo al manejo de asma leve, cambio que se mantiene en la actualización de 20204. El asma se clasifica de forma retrospectiva, por el nivel de tratamiento que se requiere para controlar los síntomas y las exacerbaciones4. Se define como asma leve aquella que está bien controlada con medicación a demanda (escalón 1) o con tratamiento controlador de mantenimiento de baja intensidad, como los corticoides inhalados (CI) a dosis bajas (escalón 2) (tabla 1). Se estima que entre el 50% y el 75% de los adultos asmáticos tienen asma leve, con síntomas poco problemáticos o infrecuentes, pero que, debido a la existencia de inflamación de las vías aéreas, presentan riesgo de padecer crisis agudas graves o incluso mortales3. Los cambios recomendados por la GINA en 2019 representan una reorientación importante en la forma de tratar el grupo más numeroso de pacientes con asma. En los pacientes adultos y adolescentes, GINA ya no recomienda el uso de beta-agonistas de corta duración (SABA) a demanda en monoterapia. En su lugar recomienda la combinación de corticoides inhalados (CI) a dosis bajas y formoterol (CI-FOR) a demanda, como opción preferente en el escalón 1. En el escalón 2 recomienda como opciones preferentes tanto CI-FOR a demanda como las dosis bajas de CI diarios. Realiza algunos cambios en las opciones alternativas de tratamiento, tanto en adultos como en niños. En niños entre 6-11 años introduce como “otras opciones de tratamiento” utilizar dosis bajas de CI con cada toma de SABA (tabla 1). Las recomendaciones de GINA han generado cierto debate y controversia3,5-8. El objetivo de este INFAC es describir los motivos y las evidencias en las que se ha basado GINA para proponer las nuevas recomendaciones, así como valorar sus ventajas, inconvenientes y aspectos controvertidos.

El boletín completo disponible en https://bit.ly/2Fisfsk

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