Cannabis y psicosis

Se estima que la incidencia de síntomas de psicosis inducidos por cannabis a lo largo de la vida es del 0,47 % entre las personas que consumen cannabis. El riesgo de psicosis inducida por cannabis es elevado entre quienes consumen un producto con más del 10 % de THC y quienes consumen cannabis con frecuencia, son jóvenes o son hombres. Más de la mitad de los pacientes con psicosis asociada al cannabis se recuperan en 24 horas, pero aquellos con síntomas prolongados (más de una semana) o antecedentes de psicosis tienen tasas de hospitalización que oscilan entre el 54 % y el 76 %. CMAJ, agosto de 2025.

La potencia del cannabis está aumentando

El contenido de tetrahidrocannabinol (THC) del cannabis prácticamente se ha quintuplicado en las últimas dos décadas, pasando de alrededor del 4 % en la década del 2000 a más del 20 % en la mayor parte del cannabis seco legal en Canadá para 2023. 

El consumo regular y de alta potencia de cannabis se asocia con un mayor riesgo de psicosis

Se estima que la incidencia de síntomas de psicosis inducidos por cannabis a lo largo de la vida es del 0,47 % entre las personas que consumen cannabis. El riesgo de psicosis inducida por cannabis es elevado entre quienes consumen THC de alta potencia (un producto con más del 10 % de THC) y quienes consumen cannabis con frecuencia, son jóvenes o son hombres. La evidencia también sugiere que los antecedentes de un trastorno mental (p. ej., trastorno bipolar, depresión, ansiedad) aumentan el riesgo de psicosis. Más de la mitad de los pacientes con psicosis asociada al cannabis se recuperan en 24 horas, pero aquellos con síntomas prolongados (más de una semana) o antecedentes de psicosis tienen tasas de hospitalización que oscilan entre el 54 % y el 76 %.

Las personas con psicosis inducida por cannabis y trastorno por consumo de cannabis tienen un alto riesgo de esquizofrenia

Un estudio de cohorte retrospectivo poblacional de 9,8 millones de personas en Ontario, Canadá, reveló que las personas que acudieron a urgencias por consumo de cannabis o psicosis inducida por cannabis tenían un riesgo 14,3 y 241,6 veces mayor de desarrollar un trastorno del espectro de la esquizofrenia en un plazo de 3 años que la población general, respectivamente.

El tratamiento para la psicosis inducida por cannabis implica la interrupción del cannabis y el uso de antipsicóticos

El consumo continuado de cannabis después de un primer episodio de psicosis se asocia con una mayor incidencia de reaparición de los síntomas. El pilar actual de la intervención en la psicosis inducida por cannabis es la abstinencia de cannabis. Los antipsicóticos de segunda generación pueden ser presacritos a pacientes con síntomas graves y persistentes, con el objetivo principal de aliviar los síntomas agudos. Una vez resueltos los síntomas agudos, se puede considerar una reducción gradual o la suspensión de la medicación antipsicótica.

Las intervenciones conductuales pueden ayudar a dejar de consumir cannabis

La entrevista motivacional puede aumentar la participación en el tratamiento, mientras que la terapia cognitivo-conductual puede desarrollar habilidades para resistir las ansias de consumir cannabis. Estas intervenciones pueden ser administradas por médicos o psicólogos y conducen a una reducción del consumo de cannabis, una reducción de la carga de síntomas psiquiátricos y una mejora del funcionamiento psicosocial.

El artículo original:

Sophie Li, Marco Solmi, Daniel T. Myran, Nicholas Fabiano. Cannabis and psychosis. CMAJ Aug 2025, 197 (27) E810; DOI: 10.1503/cmaj.250659

Disponible en: https://n9.cl/8irmv

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