Comida y bebida: la industria invita

El análisis de los pagos de los laboratorios farmacéuticos y empresas de dispositivos médicos de EEUU muestra un promedio de 400 dólares anuales por médico en concepto de comida y bebida: ¿qué efectos producen estas "cortesías" de la industria? JAMA, 2 de mayo de 2017

El análisis de los pagos de los laboratorios farmacéuticos y empresas de dispositivos médicos de EEUU muestra un promedio de 400 dólares anuales por médico en concepto de comida y bebida: ¿qué efectos producen estas "cortesías" de la industria?

JAMA, 2 de mayo de 2017

En 2015, la industria farmacéutica y otras compañías relacionadas con la atención médica informaron a través del programa de “Open Payments” (pagos “abiertos” o “públicos”) un total de $ 235 millones de dólares en pagos por alimentos y bebidas a los médicos, lo que representa el 12% de los pagos generales realizados. Hay cerca de 850.000 médicos activos en los Estados Unidos, de los que 616.567 (72,5%) percibió algún tipo de pago general en 2015, dentro de los cuales el 95,5% recibieron pagos por alimentos y bebidas, con un valor promedio por médico de $ 400 dólares anuales.

Los médicos individuales pueden señalar que a pesar de que asistieron a un evento educativo o promocional patrocinado por la industria donde se proporcionaron alimentos y bebidas, no comieron ni bebieron nada; sin embargo, cualquier persona que se registró en el evento se considera que ha recibido un pago, con la cantidad por médico determinada dividiendo el total que el patrocinador gastó en alimentos y bebidas por el número de asistentes.

Los cientos de millones de dólares de pagos de la industria a los médicos para alimentos y bebidas cada año no son un acto de caridad. Al igual que otras empresas privadas, las compañías farmacéuticas buscan maximizar sus ganancias y proveen comidas con la expectativa de buenos rendimientos. Sin la provisión de alimentos y bebidas, es probable que menos médicos asistieran a los eventos de la industria y escucharan las presentaciones de los expertos académicos, empleados de compañías farmacéuticas u otros oradores pagados por la industria.

Durante años, la evidencia ha sugerido que incluso pequeños regalos pueden influir en el comportamiento de los médicos, crear una mentalidad de derecho y ayudar a promover la lealtad a las empresas y sus productos. Recientemente, con la disponibilidad de los datos de Open Payments la evidencia se ha hecho más fuerte.

Así, por ejemplo, estudio de DeJong y col encontró que la recepción de comidas patrocinadas por la industria, incluso una sola comida, se asoció con un aumento en la tasa de prescripción del medicamento de marca que se estaba promoviendo.

Un análisis de Ornstein y col encontró que los médicos que recibían dinero de los fabricantes de dispositivos y fármacos, incluso sólo una comida, prescribían un porcentaje más alto de medicamentos de marca que los médicos que no lo hacían y, cuanto más dinero reciben, más medicinas de marca se prescriben. Otro trabajo de Fleischmann y col halla resultados similares.

Aunque estas investigaciones muestran asociaciones que no necesariamente son de causa y efecto, ya que podría haber diferentes tipos de sesgos que expliquen los resultados, poner el foco en tales limitaciones plantea una pregunta más amplia: ¿hay alguna necesidad de demostrar una relación causal entre los pagos de la industria a los médicos y la prescripción de medicamentos de marca? Primero, las comidas patrocinadas por la industria y otros regalos directos pueden ser legales, pero ¿hay alguna razón para que los médicos los esperen o los acepten? En segundo lugar, en esta situación, las percepciones de conflicto de intereses son más importantes que discutir si existe un conflicto de intereses real y la percepción clara es que las empresas están utilizando la provisión de alimentos y bebidas para aumentar la asistencia a eventos promocionales y para impulsar las ventas. En tercer lugar, parte del privilegio de cuidar a los pacientes es tener en cuenta sus finanzas, así como su salud. En 2015, el gasto en medicamentos recetados solo en los Estados Unidos fue de aproximadamente $1000 dólares por persona. Para situaciones en las que se dispone de medicamentos alternativos menos costosos, los médicos deberían prescribir estas alternativas, no las opciones más caras. Cuarto, incluso cuando los pacientes tienen seguro de medicamentos recetados o pueden ser elegibles para rebajas u otros descuentos, la prescripción injustificada de medicamentos más costosos cambia los costos a las aseguradoras, los estados, el gobierno federal y la sociedad en general y hace que la atención médica sea menos asequible para todos.

Los médicos tienen que preguntarse por qué están aceptando esta generosidad de la industria. Cada año, $ 235 millones de dólares pagarían por mucha atención necesaria para los pacientes que hoy no pueden acceder a ella, o pueden destinarse a investigación clínica esencial. En vez de comer las comidas de la industria, los médicos deberían estar abogando para que los fabricantes de fármacos y dispositivos gasten menos en promover sus productos y más en la investigación auténtica independiente sobre seguridad, eficacia y asequibilidad. Los pacientes y el sistema de salud no merecen menos.

 

El artículo completo:

Steinbrook R. Physicians, Industry Payments for Food and Beverages, and Drug Prescribing. JAMA. 2017;317(17):1753-1754. doi:10.1001/jama.2017.2477

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