Consultorio externo cardiológico virtual en un hospital público durante la pandemia de COVID-19

La rápida organización del seguimiento a distancia parade los pacientes cuya atención presencial quedaba suspendida por las medidas de aislamiento permitió concretar más del 85% de las consultas en estos pacientes de alto riesgo. Revista Argentina de Cardiología, julio de 2020.

La pandemia de COVID-19 ha generado medidas sanitarias de interrupción de actividades laborales presenciales, aislamiento social y suspensión de las prestaciones médicas programadas. El “Hospital El Cruce - Néstor Kirchner” es un centro de tercer nivel de alta complejidad que forma parte de una red sanitaria pública de la zona sur del área metropolitana de Buenos Aires.

A través de la red funciona un sistema de referencia contrarreferencia de pacientes, por lo que luego de las internaciones o intervenciones diagnóstico-terapéuticas, la mayoría de los pacientes regresan a sus instituciones derivantes. Una menor proporción continúa en seguimiento por profesionales del hospital, debido a patologías complejas que potencialmente requerirán procedimientos adicionales o reinternaciones. De esta forma, los consultorios externos atienden un número reducido de pacientes en función de las prestaciones que brinda la internación, con turnos programados y agendas completas por varios meses. A partir del 20 de marzo, con la disposición de las autoridades nacionales de una cuarentena por la pandemia se suspendió la atención en consultorio.

En la primera semana de abril comenzamos con un programa de seguimiento telefónico de los pacientes con consultas programadas, que luego derivó en el diseño de un sistema para los pacientes que disponían de smartphones o computadoras aptas para la práctica. El Servicio de Telemedicina creó la consulta virtual en el marco normativo vigente (Resolución 2018-189-APN-SGS#MSYDS / DI-2019-1-APN-DNSIS#MSYDS), ajustada a la circunstancia del aislamiento social, preventivo y obligatorio (Decreto 260/2020; 297/2020) por el COVID-19.

El proceso de la teleconsulta parte de la confección de una lista de pacientes en seguimiento por el Servicio para ser entrevistados de modo virtual, que requiere: 1) aptitudes para comprender el procedimiento, 2) disposición de la tecnología adecuada, 3) estar de acuerdo con la nueva modalidad de consulta. Fueron excluidos los pacientes de consulta de primera vez y los riesgos prequirúrgicos. Telemedicina se comunica con los pacientes para asesorarlos acerca de la descarga de la aplicación que se utilizará (Cisco Webex) y su forma de uso. En ese momento se lee el consentimiento informado, donde se aclaran puntos básicos como: 1) diferencias con el consultorio presencial, 2) ambiente y condiciones que deben lograrse previos a la consulta, 3) necesidad de un acompañante (condición excluyente) y 4) aclaración de que las urgencias y emergencias se atienden de la manera tradicional (no por teleconsulta). Para la lectura del consentimiento informado es necesario que el paciente presente en cámara su Documento Nacional de Identidad para acreditar su identidad y la presencia de un testigo, que es grabado e incorporado a la historia clínica del paciente, como autorización para participar del consultorio virtual.

Se hacen las pruebas de conexión a través de telemedicina y, finalmente, se les informa sobre el día y el horario de la consulta virtual. Los profesionales afectados a los consultorios asumieron la tarea de las teleconsultas con acceso a la historia clínica electrónica desde el hospital o desde su domicilio particular en el caso de quienes, por sus antecedentes de salud, fueron considerados en riesgo potencial de complicaciones por COVID-19. Registramos en forma prospectiva las consultas con una serie de parámetros para evaluar la repercusión del proceso y la situación de los pacientes. Entre el 7 de abril y el 2 de junio de 2020 logramos la comunicación con 230 de los 264 pacientes programados para consulta (86,8%). Del total, el 92% eran consultas programadas, 10% eran pacientes en seguimiento por el programa de insuficiencia cardíaca del servicio, 4,5% eran egresos recientes y 2,3% pacientes con angioplastia y colocación de stents liberadores de drogas en los últimos seis meses.

Tabulamos las respuestas al llamado como agradecido 226 (98,3 %), indiferente 4 (1,4%) y disgustado 1 (0,4 %). En 33 pacientes (14,3%) se detectaron problemas clínicos evolutivos: 7 con progresión de insuficiencia cardíaca, 10 con angina de pecho y 16 con inadecuado control de la presión arterial. Dos de ellos requirieron internación e intervenciones. Se interrogó el cumplimiento de la medicación, y 42pacientes (18,3%) refirieron haber suspendido uno o más fármacos indicados. Los motivos fueron: olvido (n =2), falta de receta (n = 26), económicos (n = 16), falta de entrega de obra social (n = 5) y falta de entrega en centro de atención primaria de la salud(n = 6). La suma supera 42 porque 13 pacientes refirieron más de un motivo.

En conclusión, la transformación rápida de consulta presencial a consulta virtual permitió concretar el 86,8% de las visitas programadas. La posibilidad técnica de contar con una historia clínica electrónica accesible y el apoyo institucional para prestaciones médicas mediante telemedicina facilitó la concreción del programa de atención y fue muy valorado por casi la totalidad de los pacientes. Pese a la ausencia del contacto presencial este sistema fue capaz de detectar descompensaciones en el 14,3% de los casos y suspensión de la medicación en el 18,3%, debido a diferentes motivos que revelan una realidad compleja, capaz de quedar oculta bajo la interrupción de las consultas presenciales. La teleconsulta se mostró satisfactoria tanto para los pacientes como para los profesionales.

La experiencia fue dirigida a una población de escasos recursos, con barreras para el contacto no presencial, pero en la mayoría de los casos la tecnología de uso cotidiano fue suficiente para encontrar soluciones que se adaptaron a los requerimientos de las teleconsultas.

El artículo original:

Paula Velazco, Gisela Streteinberger, Diego Kyle, Alejandro Koch, Virginia De La Fuente, Carlos Tajer. Consultorio externo cardiológico virtual en un hospital público durante la pandemia de COVID-19. Rev Argent Cardiol 2020;88:281-282. DOI: 10.7775/rac.es.v88.i3.18180

Disponible en: https://bit.ly/2DOM3CG

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