Corticosteroides en la meningitis tuberculosa de adultos VIH positivos

En los adultos VIH positivos con meningitis tuberculosa, el agregado de dexametasona complementaria durante 6 a 8 semanas a los 12 meses de terapia antituberculosa no confirió un beneficio adicional con respecto a la supervivencia ni a ningún criterio de valoración secundario. New England Journal of Medicine, 12 de octubre de 2023.

Resumen

Antecedentes: los glucocorticoides complementarios se utilizan ampliamente para tratar la meningitis tuberculosa asociada al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), a pesar de que hay datos limitados que respaldan su seguridad y eficacia.

Métodos: realizamos un ensayo doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo en el que participaron adultos VIH positivos (≥18 años de edad) con meningitis tuberculosa en Vietnam e Indonesia. Los participantes fueron asignados al azar para recibir un ciclo gradual de 6 a 8 semanas de dexametasona o placebo además de 12 meses de quimioterapia antituberculosa. El criterio de valoración principal fue la muerte por cualquier causa durante los 12 meses posteriores a la aleatorización.

Resultados: se asignó aleatoriamente a un total de 520 adultos para recibir dexametasona (263 participantes) o placebo (257 participantes). La mediana de edad fue 36 años; 255 de 520 participantes (49,0%) nunca habían recibido terapia antirretroviral, y 251 de 484 participantes (51,9%) con datos disponibles tenían un recuento inicial de CD4 de 50 células por milímetro cúbico o menos. Seis participantes se retiraron del ensayo y cinco se perdieron durante el seguimiento. Durante los 12 meses de seguimiento, la muerte ocurrió en 116 de 263 participantes (44,1%) en el grupo de dexametasona y en 126 de 257 participantes (49,0%) en el grupo de placebo (índice de riesgo, 0,85; intervalo de confianza del 95%, 0,66). a 1,10; p = 0,22). Los análisis preespecificados no revelaron un subgrupo que se beneficiara claramente de la dexametasona. La incidencia de eventos secundarios, incluidos casos de síndrome inflamatorio de reconstitución inmune durante los primeros 6 meses, fue similar en los dos grupos del ensayo. El número de participantes con al menos un evento adverso grave fue similar en el grupo de dexametasona (192 de 263 participantes [73,0%]) y el grupo de placebo (194 de 257 participantes [75,5%]) (P = 0,52).

Conclusiones: en los adultos VIH positivos con meningitis tuberculosa, la dexametasona complementaria, en comparación con el placebo, no confirió un beneficio con respecto a la supervivencia ni a ningún criterio de valoración secundario. (Financiado por Wellcome Trust; número de ACT HIV ClinicalTrials.gov, NCT03092817).

El artículo original:

Donovan J, Bang ND, Imran D, for the ACT HIV Investigators. Adjunctive Dexamethasone for Tuberculous Meningitis in HIV-Positive Adults. N Engl J Med 2023; 389:1357-1367. DOI: 10.1056/NEJMoa2216218

Disponible en: https://n9.cl/s3xs3

Compartir