Definición y criterios diagnósticos de la obesidad clínica. The Lancet diabetes & endocrinology Commission

Esta Comisión trató de definir la obesidad clínica como una condición de enfermedad que, similar a la noción de enfermedad crónica en otras especialidades médicas, resulta directamente del efecto del exceso de adiposidad en la función de los órganos y tejidos. El objetivo específico de la Comisión fue establecer criterios objetivos para el diagnóstico de enfermedades, ayudando a la toma de decisiones clínicas y la priorización de intervenciones terapéuticas y estrategias de salud pública. Todas las recomendaciones presentadas en esta Comisión han sido acordadas con el más alto nivel de consenso entre los comisionados (grado de acuerdo 90-100%) y han sido respaldadas por 76 organizaciones de todo el mundo, incluidas sociedades científicas y grupos de defensa de los pacientes. Lancet Diabetes Endocrinol, 14 de enero de 2025

Las medidas actuales de la obesidad basadas en el IMC pueden tanto subestimar como sobreestimar la adiposidad y proporcionar información inadecuada sobre la salud a nivel individual, lo que socava los enfoques médicamente sólidos para la atención y la política sanitarias. Esta Comisión trató de definir la obesidad clínica como una condición de enfermedad que, similar a la noción de enfermedad crónica en otras especialidades médicas, resulta directamente del efecto del exceso de adiposidad en la función de los órganos y tejidos. El objetivo específico de la Comisión fue establecer criterios objetivos para el diagnóstico de enfermedades, ayudando a la toma de decisiones clínicas y la priorización de intervenciones terapéuticas y estrategias de salud pública. Con este fin, un grupo de 58 expertos, que representan a múltiples especialidades médicas y países, analizaron la evidencia disponible y participaron en un proceso de desarrollo de consenso. Entre estos comisionados había personas con experiencia de vida con la obesidad para garantizar la consideración de las perspectivas de los pacientes. La Comisión define la obesidad como una condición caracterizada por el exceso de adiposidad, con o sin distribución o función anormal del tejido adiposo, y con causas que son multifactoriales y aún no se comprenden por completo. Definimos la obesidad clínica como una enfermedad sistémica crónica caracterizada por alteraciones en la función de los tejidos, órganos, el individuo entero o una combinación de ambos, debido al exceso de adiposidad. La obesidad clínica puede provocar graves daños en los órganos diana, causando complicaciones que alteran la vida y pueden ponerla en peligro (p. ej., ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal). Definimos la obesidad preclínica como un estado de exceso de adiposidad con función preservada de otros tejidos y órganos y un riesgo variable, pero generalmente aumentado, de desarrollar obesidad clínica y varias otras enfermedades no transmisibles (p. ej., diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer y trastornos mentales). Aunque el riesgo de mortalidad y enfermedades asociadas a la obesidad puede aumentar como un continuo a través de niveles crecientes de masa grasa, diferenciamos entre obesidad preclínica y clínica (es decir, salud versus enfermedad) para fines clínicos y relacionados con las políticas. Recomendamos que el IMC se utilice solo como una medida sustitutiva del riesgo para la salud a nivel de población, para estudios epidemiológicos o para fines de detección, en lugar de como una medida individual de la salud. El exceso de adiposidad debe confirmarse mediante la medición directa de la grasa corporal, cuando esté disponible, o al menos un criterio antropométrico (por ejemplo, circunferencia de la cintura, índice cintura-cadera o índice cintura-altura) además del IMC, utilizando métodos validados y puntos de corte apropiados para la edad, el género y la etnia. En personas con un IMC muy alto (es decir, >40 kg/m 2), sin embargo, se puede asumir pragmáticamente un exceso de adiposidad y no se requiere confirmación adicional. También recomendamos que las personas con estado de obesidad confirmado (es decir, exceso de adiposidad con o sin función anormal de órganos o tejidos) se evalúen para la obesidad clínica. El diagnóstico de obesidad clínica requiere uno o ambos de los siguientes criterios principales: evidencia de función reducida de órganos o tejidos debido a la obesidad (es decir, signos, síntomas o pruebas diagnósticas que muestren anomalías en la función de uno o más tejidos o sistemas de órganos); o limitaciones sustanciales ajustadas por edad de las actividades diarias que reflejen el efecto específico de la obesidad en la movilidad, otras actividades básicas de la vida diaria (p. ej., bañarse, vestirse, ir al baño, continencia y comer), o ambas. Las personas con obesidad clínica deben recibir un tratamiento oportuno y basado en evidencia, con el objetivo de inducir la mejoría (o remisión, cuando sea posible) de las manifestaciones clínicas de la obesidad y prevenir la progresión al daño de los órganos diana. Las personas con obesidad preclínica deben recibir asesoramiento sanitario basado en la evidencia, un seguimiento de su estado de salud a lo largo del tiempo y, cuando corresponda, una intervención adecuada para reducir el riesgo de desarrollar obesidad clínica y otras enfermedades relacionadas con la obesidad, según corresponda al nivel de riesgo individual para la salud. Los encargados de la formulación de políticas y las autoridades sanitarias deben garantizar un acceso adecuado y equitativo a los tratamientos disponibles basados ​​en la evidencia para las personas con obesidad clínica, según corresponda a las personas con una enfermedad crónica y potencialmente mortal. Las estrategias de salud pública para reducir la incidencia y la prevalencia de la obesidad a nivel de población deben basarse en la evidencia científica actual, en lugar de suposiciones no comprobadas que responsabilizan a los individuos por el desarrollo de la obesidad. El sesgo y el estigma basados ​​en el peso son obstáculos importantes en los esfuerzos por prevenir y tratar eficazmente la obesidad; los profesionales de la salud y los encargados de la formulación de políticas deben recibir la capacitación adecuada para abordar esta importante cuestión de la obesidad. Todas las recomendaciones presentadas en esta Comisión han sido acordadas con el más alto nivel de consenso entre los comisionados (grado de acuerdo 90-100%) y han sido respaldadas por 76 organizaciones de todo el mundo, incluidas sociedades científicas y grupos de defensa de los pacientes.

El artículo

Rubino F, Cummings DE, Eckel RH, Cohen RV, Wilding JPH,  et al. Definition and diagnostic criteria of clinical obesity. Lancet Diabetes Endocrinol. 2025 Jan 9:S2213-8587(24)00316-4. doi: 10.1016/S2213-8587(24)00316-4.

Disponible en:

https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(24)00316-4/abstract

Compartir