Depresión post-parto: también en los padres

Al igual que las madres, la depresión en los padres afecta negativamente el desarrollo y el comportamiento de los niños, convirtiéndolo en un objetivo digno de identificación e intervención. JAMA Pediatrics, 23 de julio de 2018

Al igual que las madres, la depresión en los padres afecta negativamente el desarrollo y el comportamiento de los niños, convirtiéndolo en un objetivo digno de identificación e intervención.

JAMA Pediatrics, 23 de julio de 2018

 

Aproximadamente el 24% de las madres experimentan depresión en los períodos prenatal y posparto, lo que tiene consecuencias negativas para los niños y las familias. No se ha estudiado mucho la detección de depresión paterna en clínicas pediátricas de los Estados Unidos.

Métodos: estimamos la prevalencia de la depresión paterna mediante el sistema CHICA, un sistema de apoyo a las decisiones basado en computadora para la vigilancia y el manejo de la salud pediátrica. CHICA opera en 5 centros comunitarios de atención médica en Indianápolis, Indiana; la mayoría de las familias que asisten a las clínicas CHICA (72%) están cubiertas por un seguro público. En 2017, CHICA atendió a casi 20000 pacientes únicos en 41000 encuentros clínicos. CHICA administra a través de una tableta un formulario personalizado de 20 preguntas (PSF) para padres de pacientes que hablan inglés y español, en la sala de espera de la clínica. Se rastrean condiciones de salud pediátrica usando preguntas seleccionadas apropiadas a la edad, las guías clínicas y los datos existentes del niño. Los datos obtenidos a través del PSF se combinan con los datos del registro electrónico de salud del niño para generar una hoja de trabajo del médico que consta de 6 mensajes personalizados diseñados para llamar la atención del pediatra sobre los riesgos de salud específicos del niño durante su encuentro clínico. Para evaluar la depresión posparto materna, el PSF también administra una versión modificada de 3 ítems de la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EPDS-3) cada 90 días durante los primeros 15 meses de vida del niño. El EPDS-3 tiene una sensibilidad del 95% y una especificidad del 80% para detectar la depresión materna en los centros de atención primaria. Los encuestados que confirmaban cualquiera de los 3 ítems se consideraban como detección positiva de depresión.

Resultados: se analizaron las respuestas parentales en 9572 consultas. Los padres asistieron a 2946 (30,8%) de estas visitas y fueron los encuestados PSF en 806 visitas (8,4%). Era menos probable que los padres estuvieran presentes cuando los niños eran mayores, negros no hispanos o elegibles para Medicaid. Entre los padres que respondieron a la PSF, 36 (4,4%) tuvieron una prueba de rastreo de depresión positiva. Este número fue comparable a la proporción general en las madres (273 [5.0%]). Los padres representaban el 11,7% de la proporción de progenitores que se sometieron a un cribado positivo de depresión.

Discusión: las guías enfatizan el papel de los pediatras para detectar la depresión materna, pero también los padres deben incluirse en estos esfuerzos. Al igual que las madres, la depresión en los padres afecta negativamente el desarrollo y el comportamiento de los niños, convirtiéndolo en un objetivo digno de identificación e intervención.

 

El artículo original:

Cheng ER, Downs SM, Carroll AE. Prevalence of Depression Among Fathers at the Pediatric Well-Child Care Visit. JAMA Pediatr. Published online July 23, 2018. doi:10.1001/jamapediatrics.2018.1505

Disponible en: http://bit.ly/2v4AG1A

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