Depresión y enfermedades cardiovasculares: atención a la brecha en las guías de práctica clínica

La depresión afecta negativamente la vida de los pacientes, independientemente de los resultados de la ECV. Las guías de práctica clínica (GPC) sobre enfermedad cardiovascular (ECV)  deben abordar sistemáticamente la depresión, involucrando constantemente a especialistas en salud mental, para ofrecer una guía de detección y tratamiento adaptada a las distintas poblaciones de pacientes y así brindar una atención integral. European Heart Journal, 29 de agosto de 2025

Los pacientes con enfermedad cardiovascular (ECV) presentan tasas más altas de depresión en comparación con la población general, lo que complica el manejo de la enfermedad, la adherencia a la medicación y los cambios en el estilo de vida. La coexistencia de ECV y depresión se asocia con una menor calidad de vida, peores resultados y un aumento de la mortalidad. Este estudio tuvo como objetivo evaluar cómo las guías de práctica clínica (GPC) de ECV abordan la depresión, incluyendo la orientación práctica para el manejo. Una búsqueda sistemática (2013-2024) identificó 65 GPC publicadas en inglés, que abarcan ECV general, insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial coronaria, enfermedad arterial periférica, accidente cerebrovascular y enfermedad aórtica. El 71% reconoció la depresión como un factor de riesgo y el 12% remitió a una GPC específica para obtener orientación integral. Sin embargo, solo el 23% de las GPC proporcionaron recomendaciones tanto de detección como de tratamiento para su manejo. El 12% involucró a profesionales de la salud mental en su desarrollo, mientras que el 24% se centró en la rehabilitación cardíaca o del accidente cerebrovascular, y el 9% en las mujeres. Las GPC sobre accidente cerebrovascular proporcionaron la mayoría de las recomendaciones (68%), probablemente debido a la participación de neurólogos. Las GPC sobre rehabilitación cardíaca y de ictus aportaron el 24% de las recomendaciones, mientras que las GPC específicas para mujeres no ofrecieron recomendaciones de tratamiento. Si bien la terapia cognitivo-conductual fue la intervención psicoterapéutica más recomendada (29% de las GPC) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina fueron la farmacoterapia más recomendada (20% de las GPC), solo el 3% de las GPC abordaron las interacciones fármaco-enfermedad asociadas con el tratamiento de la depresión. La depresión afecta negativamente la vida de los pacientes, independientemente de los resultados de la ECV. Las guías de práctica clínica (GPC) sobre enfermedad cardiovascular (ECV)  deben abordar sistemáticamente la depresión, involucrando constantemente a especialistas en salud mental, para ofrecer una guía de detección y tratamiento adaptada a las distintas poblaciones de pacientes y así brindar una atención integral.

el artículo

Dana Blatch Armon, Aliki Buhayer, Kapka Miteva, Gunther Meinlschmidt, Kevin Dobretz, Claudia Zuccarella-Hackl, Christian Appenzeller-Herzog, François Mach, Edouard Battegay, Depression and cardiovascular disease: mind the gap in the guidelines, European Heart Journal, 2025;, ehaf479, DOI:10.1093/eurheartj/ehaf479

Disponible en: https://n9.cl/k0zka

  

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