Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2023: Hacer partícipes a los pacientes en aras de la seguridad del paciente

El 17 de septiembre se celebrará el Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2023, que este año llevará por tema «Hacer partícipes a los pacientes en aras de la seguridad del paciente», en reconocimiento del papel clave que los pacientes, las familias y los cuidadores desempeñan en la seguridad de la atención de la salud. «¡Demos voz a los pacientes!». OMS, marzo de 2023, Actualizada 12 de septiembre de 2023

La evidencia muestra que, cuando se trata a los pacientes como asociados en los cuidados que reciben, se logran avances significativos en términos de seguridad, satisfacción del paciente y efectos en la salud. Al convertirse en miembros activos del equipo de atención de salud, los pacientes pueden contribuir a la seguridad de sus cuidados y a la del sistema de atención de salud en su conjunto.

Con el lema «¡Demos voz a los pacientes!», la OMS pide a todas las partes interesadas que adopten las medidas necesarias para garantizar la implicación de los pacientes en la formulación de políticas, su representación en las estructuras de gobernanza y su participación en el diseño conjunto de estrategias de seguridad, así como que adopten un papel activo en los cuidados que reciben. Esto solo es posible si se ofrecen plataformas y oportunidades para dar voz a pacientes, familias y comunidades de todo tipo, de modo que puedan expresar sus inquietudes, sus expectativas y sus preferencias a fin de promover la seguridad, el papel central del paciente en el proceso, la fiabilidad y la equidad.

La participación de los pacientes y las familias está consagrada en la resolución WHA72.6, titulada «Acción mundial en pro de la seguridad del paciente», y en el Plan de Acción Mundial en pro de la Seguridad del Paciente 2021-2030, que constituyen las estrategias principales para avanzar hacia la eliminación de los daños evitables en la atención de la salud.

El Día Mundial de la Seguridad del Paciente forma parte de las campañas mundiales de salud pública de la OMS. Establecido en 2019 por la 72.ª Asamblea Mundial de la Salud con la adopción de la resolución WHA72.6, titulada «Acción mundial en pro de la seguridad del paciente», tiene como objetivos despertar una mayor concienciación y participación de la sociedad, ampliar los conocimientos en todo el mundo y trabajar en pro de la acción conjunta de los Estados Miembros y la solidaridad entre ellos a fin de mejorar la seguridad del paciente y reducir el daño que se le causa.

Objetivos del Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2023

  1. Crear conciencia a escala global acerca de la necesidad de una participación activa de los pacientes, de sus familias y de los cuidadores en todos los entornos y a todos los niveles de la atención de la salud con miras a mejorar la seguridad del paciente.
  2. Involucrar a los responsables políticos, a los líderes de la esfera de la atención de la salud, a los trabajadores de la salud y asistenciales, a las organizaciones de pacientes, a la sociedad civil y a otras partes interesadas en los esfuerzos para hacer partícipes a los pacientes y a sus familias de las políticas y las prácticas en pro de una atención de la salud segura.
  3. Empoderar a los pacientes, y a sus familias, para que participen activamente en su propia atención de la salud y en la mejora de la seguridad de la atención de la salud.
  4. Abogar por la adopción de medidas urgentes sobre la participación de los pacientes y sus familias, en consonancia con el Plan de Acción Mundial en pro de la Seguridad del Paciente 2021-2030, que hagan suyas todos los asociados.

Un esfuerzo conjunto para que la atención de la salud sea más segura

La campaña mundial para el Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2023 propondrá, el 17 de septiembre o alrededor de esa fecha, una amplia gama de actividades para todas las partes interesadas, incluidas campañas nacionales, foros de políticas, eventos técnicos y de promoción, iniciativas de creación de capacidad y, como en años anteriores, la iluminación de monumentos, lugares de referencia y espacios públicos emblemáticos en color naranja (la marca distintiva de la campaña).  La nota de prensa original en http://bit.ly/3JgeGYN

Seguridad del paciente, OMS 11 de septiembre de 2023

Datos y cifras

  • Alrededor de 1 de cada 10 pacientes resulta dañado cuando recibe atención de salud y, cada año, más de 3 millones de personas fallecen como consecuencia de ello. En los países de ingresos medianos y bajos, 4 de cada 100 personas mueren por este motivo. (1)
  • Más de la mitad de estos daños (en uno de cada dos pacientes) se pueden prevenir, y la mitad se debe a medicamentos. (2, 3)
  • Según algunos cálculos, 4 de cada 10 pacientes sufren daños durante la atención primaria y ambulatoria, el 80% de los cuales (entre el 23,6 y el 85%) se podrían prevenir. (4)
  • Algunos eventos adversos habituales que pueden provocar daños prevenibles se deben a errores cometidos durante la identificación de pacientes, el diagnóstico o la prescripción de medicamentos, así como a caídas de pacientes, transfusiones de sangre sin analizar debidamente y riesgos que se podrían evitar durante procedimientos quirúrgicos. También pueden producirse eventos adversos como infecciones asociadas con la atención de salud, úlceras de decúbito y tromboembolismos venosos.
  • Se ha calculado que, cada año, los daños causados a los pacientes reducen hasta en un 0,7% el crecimiento económico mundial, y sus costos indirectos equivalen anualmente a varios billones de dólares estadounidenses. (1)
  • Invertir en prevenir estos daños puede generar grandes ahorros económicos y, lo que es más importante, mejorar la evolución de los pacientes. (5) Por ejemplo, los beneficios de dicha inversión se han observado cuando se hace partícipes a los pacientes de la atención que reciben: se ha observado que, si esta medida se aplica correctamente, la frecuencia de los daños se reduce en un 15%. (4)

Panorama general

El principio más básico de cualquier servicio de atención de salud es, ante todo, no hacer daño. Sin embargo, se ha demostrado sobradamente que, tanto en los países poco desarrollados como en los desarrollados, se causan muchos perjuicios a los pacientes que tienen graves repercusiones humanas, morales, éticas y económicas y que se podrían prevenir.

La seguridad del paciente se define como la ausencia de daños prevenibles en los pacientes y la reducción hasta un mínimo aceptable del riesgo de causarles innecesariamente daños al atenderlos. En el contexto asistencial más amplio, consiste en un conjunto de actividades organizadas que permiten establecer procesos, sistemas de valores, procedimientos, comportamientos, tecnologías y entornos de atención con los que reducir los riesgos de forma constante y sostenible, prevenir la aparición de daños evitables, reducir la probabilidad de causarlos y mitigar sus efectos cuando se producen.

Causas habituales de daños a los pacientes

Errores en la prescripción de medicamentos. Uno de cada 30 pacientes sufre daños como consecuencia de los medicamentos que toma, y más de una cuarta parte de dichos daños son graves e incluso potencialmente mortales. La mitad de los daños prevenibles asociados a la atención de salud guarda relación con los medicamentos. (3)

Errores asociados a intervenciones quirúrgicas. Cada año se practican en el mundo más de 300 millones de intervenciones quirúrgicas (6) que generan errores con una frecuencia que continúa siendo elevada a pesar de que se conocen sobradamente sus posibles efectos adversos. Concretamente, el 10% de los daños prevenibles que se causan a pacientes se produce en este contexto, (2) sobre todo antes y después de las intervenciones. (7)

Infecciones asociadas a la atención de salud. Un 0,14% de las infecciones se contraen durante la atención de salud, con una frecuencia que aumenta en un 0,06% cada año. Estas infecciones prolongan las estancias hospitalarias y causan problemas crónicos de discapacidad, resistencias a los antimicrobianos, muertes evitables y gastos para los pacientes, sus familiares y los sistemas de salud. (8)

Sepsis. La sepsis es un síndrome grave que se produce cuando nuestro sistema inmunitario responde con mucha intensidad a una infección, de ese modo, y causa daños en órganos y tejidos. Según las estadísticas, el 23,6% de los casos de sepsis que se atienden en los hospitales guardan relación con la propia atención de salud y, en el 24,4% de los casos, resultan mortales. (9)

Errores diagnósticos. En el 5% al 20% de las interacciones entre médicos y pacientes se producen errores en el diagnóstico. (10, 11) De acuerdo con una serie de informes realizados por médicos, en al menos el 0,7% de los ingresos hospitalarios de adultos se encontraron errores diagnósticos perjudiciales, (12) y las cifras indican que la mayoría de las personas se enfrentan con este problema al menos una vez en su vida. (13)

Caídas de pacientes. El evento adverso más frecuente en los hospitales son las caídas de pacientes, (14) con una incidencia de 3 a 5 casos por cada 1000 días-cama. En más de una tercera parte de los casos, estas caídas causan traumatismos (15) que afectan a los resultados clínicos y suponen gastos para los sistemas de salud. (16)

Tromboembolias venosas. Uno de los mayores daños causados por la atención de salud son las tromboembolias venosas, que comúnmente se conocen cómo embolias o trombos. En concreto, representan un tercio de las complicaciones de las estancias hospitalarias (17). Se trata de un evento adverso que también se podría prevenir.

Úlceras de decúbito. Las úlceras de decúbito pueden aparecer cuando determinadas partes del cuerpo presionan una superficie durante un periodo prolongado, y pueden afectar a la piel y los tejidos blandos. A pesar de que este problema se puede prevenir en gran medida, afecta a 1 de cada 10 pacientes hospitalizados. (18) Se trata de un problema que incide enormemente en la calidad de vida y en la salud mental y física de las personas y que, si no se trata con rapidez, puede tener consecuencias mortales.

Prácticas riesgosas de transfusión de sangre. Las transfusiones innecesarias y las prácticas de transfusión no exentas de riesgos exponen a los pacientes a la posibilidad de sufrir reacciones adversas graves y a contraer infecciones transmisibles a través de ellas. De acuerdo con los datos relativos a las reacciones adversas a la transfusión procedentes de un grupo de 62 países, la incidencia media de las reacciones graves por cada 100 000 unidades de sangre o hemoderivados fue de 8,7.

Errores relativos a la identificación de pacientes. No identificar correctamente a un paciente puede ocasionar muchos problemas y repercutir gravemente en la atención de salud que se le presta. Por ejemplo, podría tener consecuencias catastróficas como practicarle una intervención quirúrgica en un lugar erróneo. En un informe publicado en 2018 por la Comisión Conjunta se menciona que, de una serie de 3326 incidentes que afectaron a pacientes entre 2014 y 2017, 409 eventos de mucha gravedad (el 12,3%) guardaron relación con errores en la identificación de pacientes. (19)

Prácticas riesgosas de inyección. Cada año se administran en el mundo 16 000 millones de inyecciones. Las prácticas de inyección poco seguras exponen a los pacientes y a los trabajadores de salud y asistenciales al riesgo de sufrir eventos adversos tanto de carácter infeccioso como de otra índole. Mediante modelos matemáticos, en un estudio se calculó que, en un periodo de 10 años (de 2000 a 2010), la ausencia de inocuidad en las inyecciones causó un número muy elevado de casos de infección: 1,67 millones de casos por el virus de la hepatitis B, entre 157 592 y 315 120 por el virus de la hepatitis C y entre 16 939 y 33 877 por el VIH. (20)

Factores que pueden generar daños a los pacientes

Los daños causados a los pacientes por no haber cuidado la seguridad están muy extendidos, son problemáticos y pueden producirse en todos los entornos y niveles de atención. Hay diversos factores implicados en ello y a menudo están interrelacionados. En cualquier incidente que cause daños a un paciente suele intervenir más de un factor como los siguientes:

  • factores sistémicos y organizativos: la complejidad de las intervenciones médicas, los procesos y procedimientos incorrectos, las alteraciones en la coordinación del flujo de trabajo y la atención, las limitaciones de recursos, la dotación inadecuada de personal y la adquisición de competencias;
  • factores tecnológicos: cuestiones relacionadas con los sistemas de información sanitaria, como los problemas relacionados con las historias clínicas electrónicas o los sistemas de administración de medicación, y el uso indebido de la tecnología;
  • factores humanos y comportamentales: mala comunicación entre el personal de salud, dentro de los equipos asistenciales y con los pacientes y sus familias, falta de trabajo en equipo, cansancio, síndrome de desgaste profesional y sesgos cognitivos;
  • factores relacionados con el paciente: poca cultura sanitaria, falta de implicación e incumplimiento terapéutico; y
  • factores externos: ausencia de políticas, incoherencia de las normativas, presiones económicas y financieras, y problemas asociados al entorno natural.

Un enfoque sistémico de la seguridad del paciente

La mayoría de los errores perniciosos no se deben a prácticas incorrectas de un trabajador de la salud y asistencial o de grupos de ellos, sino que es producto de deficiencias sistémicas o procedimentales que desencadenan dichos errores humanos.

Para conocer las causas de los errores que se producen durante la atención médica, debemos dejar de buscar culpables y adoptar un planteamiento más sistémico. De ese modo, se comprueba que los errores son consecuencia de las deficiencias existentes en las estructuras y los procesos del sistema y se puede evaluar el grado de estrés que soportan los trabajadores de los establecimientos de atención de salud, que son entornos complejos y en continua evolución. Con todo, este cambio de enfoque no implica pasar por alto las posibles negligencias y conductas incorrectas del personal de salud que dan lugar a un nivel de atención insuficiente.

Es preciso que, en los sistemas de atención de salud, se adopten todas las medidas necesarias para prevenir y reducir daños mediante actividades organizadas como las siguientes:

  • velar por que el personal directivo se comprometa con el aumento de la seguridad y crear una filosofía de trabajo que la priorice;
  • potenciar la seguridad en el lugar de trabajo y la inocuidad de los procesos clínicos y quirúrgicos;
  • mejorar las aptitudes de los trabajadores de salud y asistenciales y potenciar la comunicación y el trabajo en equipo;
  • tener en cuenta las opiniones de los pacientes y sus familiares a la hora de formular políticas, realizar estudios y tomar decisiones en común; y
  • establecer sistemas para notificar los incidentes relacionados con la seguridad de los pacientes a fin de aprender de ellos e introducir continuamente mejoras.

Invertir en la seguridad del paciente permite obtener mejores resultados sanitarios, reducir los costes relacionados con los daños a los pacientes, mejorar la eficiencia de los sistemas de salud y fomentar la confianza de la población en ellos. (4, 5)

Respuesta de la OMS

Acción mundial en pro de la seguridad del paciente

Reconociendo que la seguridad de los pacientes es una prioridad de salud mundial y un elemento fundamental del fortalecimiento de los sistemas de salud necesario para alcanzar la cobertura sanitaria universal, la 72.ª Asamblea Mundial de la Salud adoptó en mayo de 2019 la resolución WHA72.6 relativa a la acción mundial en pro de la seguridad del paciente, en virtud de la cual se estableció el Día Mundial de la Seguridad del Paciente.

En la resolución se pidió al Director General que hiciera hincapié en la seguridad del paciente como prioridad estratégica fundamental de la labor de la OMS en el programa relativo a la cobertura sanitaria universal, que ratificara la celebración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente todos los 17 de septiembre y que elaborase un plan de acción mundial para la seguridad del paciente, en consulta con los Estados Miembros de la Organización y con todos los asociados y las partes interesadas pertinentes.

Plan de Acción Mundial para la Seguridad del Paciente 2021-2030

El Plan de Acción Mundial para la Seguridad del Paciente 2021-2030 establece un marco de actuación para que las principales partes interesadas aúnen esfuerzos y apliquen iniciativas para proteger a los pacientes de forma integral, con el fin de evitar los daños evitables durante la atención de salud, de tratar de que nadie sufra daños por este motivo y de que todos los pacientes reciban una atención segura y respetuosa, en todo momento y en todo lugar.

Día Mundial de la Seguridad del Paciente

Desde 2019, el 17 de septiembre de cada año se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, con el que se hace un llamado a todos los países y asociados internacionales en favor de la solidaridad mundial y de la adopción de medidas concertadas para avanzar en esta esfera. Además, cada año se organiza una campaña mundial con un tema distinto para sensibilizar a la opinión pública, promover un mejor conocimiento de las cuestiones relacionadas con seguridad del paciente en todo el mundo y estimular la adopción de medidas por las partes interesadas para eliminar los daños evitables en la atención de salud y, de ese modo, mejorar la seguridad.

Iniciativa emblemática «Decenio de la seguridad del paciente 2020-2030» de la OMS

La OMS puso en marcha la iniciativa emblemática Una década de la Seguridad del Paciente: 2021-2030 para orientar y apoyar la acción estratégica en esta esfera a nivel mundial, regional y nacional. Con ese fin, se ayuda a aplicar el Plan de Acción Mundial en pro de la Seguridad del Paciente 2021-2030.

Original en https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/patient-safety


Referencias

  1. Slawomirski L, Klazinga N. The economics of patient safety: from analysis to action. París: Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos; 2020 (http://www.oecd.org/health/health-systems/Economics-of-Patient-Safety-October-2020.pdf), consultado el 6 de septiembre de 2023.
  2. Panagioti M, Khan K, Keers RN, Abuzour A, Phipps D, Kontopantelis E et al. Prevalence, severity, and nature of preventable patient harm across medical care settings: systematic review and meta-analysis. BMJ. 2019;366:l4185. doi:10.1136/bmj.l4185.
  3. Hodkinson A, Tyler N, Ashcroft DM, Keers RN, Khan K, Phipps D et al. Preventable medication harm across health care settings: a systematic review and meta-analysis. BMC Med. 2020;18(1):1–3.
  4. Slawomirski L, Auraaen A, Klazinga N. The economics of patient safety in primary and ambulatory care: flying blind. OECD Health Working Papers No. 106. París: Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos; 2018 (https://doi.org/10.1787/baf425ad-en), consultado el 6 de septiembre de 2023.
  5. Slawomirski L, Auraaen A, Klazinga N. The economics of patient safety: strengthening a value-based approach to reducing patient harm at national level. Documentos de trabajo de la OCDE sobre salud, n.º 96. París: Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos; 2017 (https://doi.org/10.1787/5a9858cd-en), consultado el 6 de septiembre de 2023.
  6. Meara, John G., Andrew JM Leather, Lars Hagander, Blake C. Alkire, Nivaldo Alonso, Emmanuel A. Ameh, et al. Global Surgery 2030: evidence and solutions for achieving health, welfare, and economic development. The lancet. 2015; 386: 569-624
  7. Rodziewicz TL, Houseman B, Hipskind JE. Medical error reduction and prevention. Treasure Island, FL: StatPearls Publishing; 2023.
  8. Raoofi S, Kan FP, Rafiei S, Hosseinipalangi Z, Mejareh ZN, Khani S et al. Global prevalence of nosocomial infection: a systematic review and meta-analysis. PLoS One. 2023;18(1):e0274248.
  9. Markwart R, Saito H, Harder T, Tomczyk S, Cassini A, Fleischmann-Struzek C et al. Epidemiology and burden of sepsis acquired in hospitals and intensive care units: a systematic review and meta-analysis. Intensive Care Med. 2020;46(8):1536–51. doi:10.1007/s00134-020-06106-2.
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  19. De Rezende HA, Melleiro MM, Shimoda GT. Interventions to reduce patient identification errors in the hospital setting: a systematic review protocol. JBI Evidence Synthesis. 2019;17(1):37–42.
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