Disfunción olfatoria luego de infección viral de la vía aérea superior

La disfunción olfatoria luego del catarro viral respiratorio es frecuente, y puede deberse tanto a la obstrucción nasal como al daño del neuroepitelio olfativo. El entrenamiento olfativo y los corticosteroides tópicos pueden ser de utilidad. CMAJ, febrero de 2025.

Entre el 18% y el 45% de los casos de disfunción olfativa se producen después de una enfermedad viral.

Las infecciones del tracto respiratorio superior se asocian comúnmente con disfunción olfativa. El SARS-CoV-2 (COVID-19) es un patógeno causal frecuente; se estima que la incidencia de disfunción olfativa a los 6 meses después de la infección es del 31%.

Las infecciones virales pueden dañar el neuroepitelio olfativo.

La disfunción olfativa puede ser secundaria a causas conductivas (obstructivas) o neurosensoriales. Las causas conductivas incluyen la inflamación relacionada con una infección viral, que limita el flujo de aire nasal. Se plantea la hipótesis de que la disfunción olfativa persistente después de la infección está relacionada con el daño al neuroepitelio olfativo.

La disfunción olfativa posviral es un diagnóstico de exclusión

La evaluación clínica debe incorporar una historia clínica y un examen físico exhaustivos que incluyan una rinoscopia anterior. Si los síntomas no mejoran en 2 semanas, se podría considerar la realización de una endoscopia nasal (a través de un otorrinolaringólogo) y una tomografía computarizada para descartar causas conductivas de disfunción olfativa. Los otorrinolaringólogos pueden utilizar imágenes por resonancia magnética si se sospecha una patología central, como una neoplasia o esclerosis múltiple.

Los pacientes con disfunción olfativa posviral deben someterse a un entrenamiento olfativo al momento de la presentación.

El entrenamiento olfativo para el tratamiento de la disfunción olfativa posviral es la intervención que cuenta con el respaldo de la evidencia más sólida. Por lo general, implica exposiciones de 5 minutos a 4 olores diferentes dos veces al día, durante 12 semanas. Se recomienda el entrenamiento olfativo para todos los pacientes con disfunción olfativa posviral y es autodirigido con la guía de los otorrinolaringólogos. 

Los corticosteroides pueden ser beneficiosos.

Un régimen de corticosteroides tópicos de corta duración (3 meses) ha demostrado resultados favorables en pacientes con disfunción olfativa posviral. Los esteroides tópicos son generalmente bien tolerados, con efectos adversos mínimos: se pueden iniciar de forma segura en la mayoría de los pacientes en la presentación inicial de disfunción olfativa. La evidencia que respalda el uso de corticosteroides sistémicos es equívoca; la consulta con otorrinolaringólogos puede ayudar en esta decisión.

El artículo original:

Jennifer M. Akerman, Kelti M. Munroe and Christopher J. Chin. Postviral olfactory dysfunction. CMAJ February 10, 2025 197 (5) E131; DOI: https://doi.org/10.1503/cmaj.241377 

Disponible en: https://n9.cl/i6szs

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