La primera causa de fracaso de la lactancia es una cantidad insuficiente de leche ingerida por el niño, por producción insuficiente o dificultad en la extracción, por dolor en el pecho o pezón, alimentación mixta, mal enganche o succión ineficaz; sin embargo, las tomas demasiado espaciadas y/o no vacían los senos lo suficiente reducen la producción de leche.
Los efectos de las drogas en la lactancia se subestiman globalmente. Sin embargo, algunos medicamentos parecen interferir con la producción de leche o con la acción de las hormonas que actúan sobre la secreción de la leche materna. En la mayoría de los casos, estos efectos no son los deseados: medicamentos con efectos dopaminérgicos autorizados en la enfermedad de Parkinson o el síndrome de piernas inquietas (levodopa, en varias combinaciones; ropinirol - Adartrel° u otros), medicamentos neurolépticos), medicamentos antipsicóticos ( aripiprazol - Abilify° u otros) o trastornos de atención, etc. Determinados fármacos vasoconstrictores como los derivados del cornezuelo de centeno (utilizados en migrañas, hemorragias durante el parto) o descongestionantes. Los tratamientos hormonales también parecen retrasar la lactancia, en particular, la anticoncepción de estrógeno-progestágeno, o incluso progestágeno solo, oral o impregnando un dispositivo intrauterino. Ciertos antihistamínicos y diuréticos disminuyen la lactancia, mientras que el labetalol (Trandate°, el betabloqueante propuesto generalmente como prioritario en caso de hipertensión arterial durante el embarazo y el puerperio) provoca dolor en los pezones y riesgo de supresión de la lactancia.
Conocer estos fármacos es útil para evitar destetes no deseados y prolongar la duración de la lactancia.
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"Diminutions de la lactation d'origine médicamenteuse" Rev Prescrire 2023 ; 43 (472) : 113-117.