Eficacia de los hipoglucemiantes agregados a la metformina para el control glucémico

Pacientes con diabetes tipo 2 no controlados con metformina fueron asignados aleatoriamente a recibir insulina glargina,  glimepirida, liraglutida o sitagliptina, y seguidos durante cinco años. Los cuatro medicamentos redujeron los niveles de hemoglobina glicosilada; la insulina glargina y la liraglutida fueron significativa, aunque modestamente, más efectivas para lograr los objetivos de hemoglobina glicosilada. New England Journal of Medicine, 22 de septiembre de 2022.

Resumen

Antecedentes: no está bien establecida la efectividad comparativa de los medicamentos hipoglucemiantes asociados a metformina para mantener los niveles de hemoglobina glucosilada objetivo en personas con diabetes tipo 2.

Métodos: en este ensayo en el que participaron pacientes con diabetes tipo 2 de menos de 10 años de duración que recibían metformina y tenían niveles de hemoglobina glucosilada de 6,8 a 8,5 %, comparamos la eficacia de cuatro medicamentos hipoglucemiantes de uso común. Asignamos aleatoriamente a los participantes para que recibieran insulina glargina U-100 (en adelante, glargina), la sulfonilurea glimepirida, el agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón liraglutida o sitagliptina, un inhibidor de la dipeptidil peptidasa 4. El resultado metabólico primario fue un nivel de hemoglobina glucosilada, medido trimestralmente, del 7,0 % o superior que se confirmó posteriormente, y el resultado metabólico secundario fue un nivel de hemoglobina glucosilada confirmado superior al 7,5 %.

Resultados: un total de 5047 participantes (19,8 % negros y 18,6 % hispanos o latinos) que habían recibido metformina para la diabetes tipo 2 fueron seguidos durante una media de 5,0 años. La incidencia acumulada de un nivel de hemoglobina glucosilada de 7,0 % o más (el resultado metabólico primario) difirió significativamente entre los cuatro grupos (P<0,001 para una prueba global de diferencias entre grupos); las tasas con glargina (26,5 por 100 años-participante) y liraglutida (26,1) fueron similares y más bajas que las de glimepirida (30,4) y sitagliptina (38,1). Las diferencias entre los grupos con respecto a un nivel de hemoglobina glicosilada superior al 7,5% (el resultado secundario) fueron paralelas a las del resultado primario. No hubo diferencias materiales con respecto al resultado primario entre los subgrupos preespecificados definidos según el sexo, la edad, la raza o el grupo étnico; sin embargo, entre los participantes con niveles de hemoglobina glucosilada inicial más altos, pareció haber un beneficio aún mayor con glargina, liraglutida y glimepirida que con sitagliptina. La hipoglucemia grave fue rara pero significativamente más frecuente con glimepirida (en el 2,2 % de los participantes) que con glargina (1,3 %), liraglutida (1,0 %) o sitagliptina (0,7 %). Los participantes que recibieron liraglutida informaron efectos secundarios gastrointestinales más frecuentes y perdieron más peso que los de los otros grupos de tratamiento.

Conclusiones: los cuatro medicamentos, cuando se agregaron a la metformina, redujeron los niveles de hemoglobina glucosilada. Sin embargo, la glargina y la liraglutida fueron significativamente, aunque modestamente, más efectivas para lograr y mantener los niveles de hemoglobina glicosilada deseados. (Financiado por el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales y otros; número de GRADE ClinicalTrials.gov, NCT01794143).

El artículo original:

The GRADE Study Research Group. Glycemia Reduction in Type 2 Diabetes — Glycemic Outcomes. N Engl J Med 2022; 387:1063-1074. DOI: 10.1056/NEJMoa2200433

Disponible en: https://bit.ly/3dGOkSG

   

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