El médico en radio o televisión: algunos consejos

Claves para una participación efectiva en los medios de difusión masiva, pensadas para los pediatras pero aplicables a todas las especialidades. Archivos Argentinos de Pediatría 10 de abril de 2019.

“… es un hecho relativamente común que seamos invitados a los medios de difusión masiva (radio, televisión) para participar de programas periodísticos con el objeto de tratar algún tema de salud infantil. Estos programas pueden tener una cobertura local o nacional, pero la participación debe ser tomada siempre con una gran responsabilidad, no solo por los mensajes útiles que se pueden dar a la comunidad y por el tamaño de la audiencia, sino también porque contrarrestan la gran cantidad de mensajes perjudiciales que se emiten en forma permanente (propaganda de alcohol, de comida chatarra, estimulación de la violencia, etc.).

“No obstante, en general, dedicamos escaso tiempo para preparar este tipo de entrevistas. Cuando tenemos que dar una clase a un grupo de colegas (30 o 40 personas), la preparamos con cuidado, con celo, con prolijidad y con mucho tiempo de anticipación. En cambio, paradójicamente, cuando hablamos en los medios, que cubren un público mucho mayor (cientos o miles de personas), dedicamos apenas unos pocos minutos antes de la función.

“Me permito aquí brindar una serie de recomendaciones para los casos en que podamos acceder a los medios en tareas de educación comunitaria.

1) Trate de recoger información sobre las características del programa y del periodista que lo invita: la cobertura que tiene, su estilo, su seriedad y su responsabilidad para con los temas de salud infantil. Puede observar, en la web o en otras fuentes, programas ya emitidos.

2) Procure fijar bien el tema que se va a abordar con el periodista que lo invita. En este caso, recuerde que, a pesar del acuerdo logrado sobre el tema, en medio del programa, el periodista es capaz de preguntarle sobre asuntos diferentes.

3) Intente caracterizar el tipo de audiencia que el programa tiene: población general, adolescentes, etc. Eso lo va a ayudar a saber a quién le está hablando. El horario en que se transmite el programa le puede dar una pista.

4) No hable de enfermedades. La información sobre síntomas, estudios posibles, tratamientos o complicaciones a la población no le sirve de nada. Por el contrario, puede producir una gran ansiedad. Imagínese, por ejemplo, el daño que puede causar el decir en un programa cosas como “El dolor de cabeza es el primer síntoma de un tumor cerebral” o “La meningitis en un niño puede comenzar con un simple catarro de vías aéreas superiores” y (peor aún) “Puede provocar parálisis, o ceguera, o sordera permanente”, tal como he oído personalmente en una oportunidad. Esta recomendación no incluye las medidas de prevención que trataremos más abajo.

5) El objetivo central de la educación comunitaria es ayudar a la población a defender su propia salud, aumentar su libertad para promoverla y prevenir sus problemas. Sobre estas bases, a mi modo de ver, los tres temas u objetivos posibles son los siguientes:

• Promoción de la salud.

• Prevención de problemas de salud.

• Utilización de los servicios de salud.

6) Elabore una lista de esos mensajes que quiere brindar a la comunidad, bajo estas guías:

• Tienen que ser preparados de acuerdo con lo que considera que la audiencia debe saber y no con lo que usted quiere enseñar. Hay que pensar cuál es la información que necesita el público para aumentar su capacidad de defensa de su propia salud y no decir todo lo que sabe sobre el tema.

• Es bueno que los mensajes sean claros, breves y emitidos en un lenguaje accesible, sin jerga médica, sin palabras técnicas.

7) Los mensajes tienen más efecto si son taxativos, aunque sean pasibles de excepciones científicas que los contradigan.

8) Aprenda a manejar las preguntas del periodista.

9) Trate de mantenerse dentro de los mensajes que quiere dar, si es necesario, independientemente de las preguntas que el periodista le haga.

10) Use un tono intimista. Si usted está hablando para cientos o miles de personas, la tecnología lo ayuda, expande y hace viajar su palabra. Hable como si estuviera participando de una conversación con un amigo, en un tono afable. Si está en televisión, sonría y, si está hablando por radio, también esa sonrisa se va a notar en su voz. Nunca alce la voz ni gesticule, pero trate de no ser monótono.

11) Escuchar a la comunidad es parte de la estrategia para hacer educación comunitaria, y debe siempre utilizarse en reuniones de madres, barriales, etc. Pero este tema no lo hemos tratado porque los medios (radio, televisión, etc.) no son organismos de comunicación masiva (como habitualmente se los llama), no permiten una comunicación bidireccional, porque no tienen micrófono, o sea, deberían llamarse medios de difusión masiva y no de comunicación.”

El artículo completo:

Lejarraga H. El pediatra en la radio o en la televisión. Arch Argent Pediatr 2019;117(3):140-141.

Disponible en: http://bit.ly/2DjZ83L

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