Epilepsia: cinco recomendaciones de “no hacer”

La Asociación Estadounidense de Epilepsia se suma a la iniciativa Choosing Wisely analizando algunas prácticas frecuentes que tienen una relación beneficio/daño desfavorable. Choosing Wisely, 15 de agosto de 2018

La Asociación Estadounidense de Epilepsia se suma a la iniciativa Choosing Wisely analizando algunas prácticas frecuentes que tienen una relación beneficio/daño desfavorable.

Choosing Wisely, 15 de agosto de 2018

 

1) Evite las pruebas de rutina para los niveles de medicamentos antiepilépticos (MAE) en personas con epilepsia.

La medición de la concentración de los MAE no deben ordenarse de manera rutinaria cuando las convulsiones están bien controladas, y no se sospecha ningún efecto adverso. Los rangos de referencia no deben usarse como un marco rígido. La efectividad y tolerabilidad de los tratamientos debe estar determinada por las respuestas clínicas. Los niveles de MAE deben ordenarse para abordar una pregunta específica. Algunos ejemplos incluyen ajustes de dosis basados en el peso en niños pequeños, adherencia, sospecha de toxicidad y mujeres embarazadas.

 

2) No trate a las mujeres en edad fértil con valproato si hay otros tratamientos efectivos disponibles.

Los riesgos para el feto que coasiona el valproato son lo suficientemente importantes como para que se justifique evitar este medicamento siempre que sea posible. Si se considera necesario valproato, busque la dosis efectiva más baja. Las mujeres tratadas con valproato deben recibir asesoramiento del riesgo antes de la concepción, incluida la posibilidad de malformaciones importantes por exposición en el primer trimestre del embarazo y efectos cognitivos y conductuales a largo plazo (menor coeficiente de inteligencia y mayor riesgo de trastorno del espectro autista y TDAH).

 

3) No ordene de forma rutinaria un electroencefalograma (EEG) como parte de la evaluación inicial del síncope.

El EEG será negativo en una gran parte de los pacientes con epilepsia y puede ser positivo en pacientes sin epilepsia. Los hallazgos de EEG falsos positivos conducen con frecuencia al uso innecesario de fármacos antiepilépticos y pueden retrasar el diagnóstico y el tratamiento del síncope. Los EEG son más útiles en situaciones específicas cuando hay una alta probabilidad de epilepsia previa a la prueba, basada en la historia, el examen físico, y la presentación clínica.

 

4) No recete un tratamiento a largo plazo con medicamentos antiepilépticos a un paciente que presenta convulsiones por abstinencia.

El alcohol y otras convulsiones por abstinencia ocurren debido a la interrupción abrupta en una persona que es dependiente de la sustancia, y generalmente pueden identificarse fácilmente por el escenario clínico. Una vez que se completa la desintoxicación aguda, no están indicados los medicamentos antiepilépticos. Sin embargo, es importante identificar escenarios en los que existe un mayor riesgo de epilepsia, como el diagnóstico previo de epilepsia, la lesión cerebral relacionada con la intoxicación aguda y las convulsiones con antecedentes de consumo de alcohol pero sin abstinencia aguda.

 

5) No realice rutinariamente imágenes cerebrales después de una crisis aguda en pacientes con epilepsia establecida.

Los estudios de imágenes cerebrales innecesarios aumentan la exposición a la radiación y el costo médico sin beneficio para el paciente, pero se realizan a menudo después de convulsiones habituales cuando el paciente ha regresado a la línea de base. La imagen cerebral debe considerarse en ciertas situaciones clínicas, como cuando hay un trauma relacionado con convulsiones o déficits post-ictales en el examen.

 

El texto completo:

American Epilepsy Society. Five things physicians and patients should question. Choosing Wisely 2018 [Internet]. Accedido el 30 de agosto de 2018.

Disponible en: http://bit.ly/2MCV98Z

 

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