Evidencias sobre el tratamiento farmacológico COVID-19

el presente informe rápido de la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud (CONETEC), intenta mostrar de manera abarcativa y actualizada los resultados obtenidos sobre las opciones terapéuticas en investigación, a partir de bases de evidencia al día 13 de Julio de 2020. Ministerio de Salud de la Nación, 14 de Julio de 2020

 La pandemia COVID-19, quizás el mayor desafío sanitario y socioeconómico que enfrenta la población mundial en el último siglo, ha puesto a prueba más que nunca la capacidad de la investigación clínica para buscar la posible cura a esta enfermedad viral. La producción de conocimiento y generación de publicaciones científicas relacionadas a COVID-19 sigue creciendo de manera exponencial desde los reportes de los primeros casos en Wuhan, China a principios de 2020. Así como la cantidad de información de trabajos de investigación en relación a los intentos de hallar una terapéutica efectiva siguen en aumento, debe ponerse un cuidado especial en la manera de evaluar esos resultados y su fuente de origen, particularmente sobre las condiciones de diseño de las investigaciones así como en los considerandos éticos de los pacientes que se someten a ellas, para discriminar verdaderos avances sin sesgos de interpretación o riesgo de beneficios económicos espurios de intervenciones no efectivas o potencialmente lesivas. En ese marco, el presente informe rápido de la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud (CONETEC), intenta mostrar de manera abarcativa y actualizada los resultados obtenidos sobre las opciones terapéuticas en investigación, a partir de bases de evidencia al día 13 de Julio de 2020.

Resumen general

 Actualmente, no hay evidencia de alta calidad sobre algún beneficio importante en el tratamiento farmacológico de COVID-19, tanto para opciones terapéuticas como para quimioprofilaxis. Se están investigando casi 200 opciones terapéuticas o sus combinaciones en más de 1.700 ensayos clínicos. Los resultados más alentadores provienen del uso de dexametasona y del remdesivir, cada uno con niveles de evidencia moderada y particularidades en la presentación de la información y sus resultados. En el marco de las investigaciones en marcha, debe recordarse que los pacientes con COVID19, con frecuencia adultos mayores y con comorbilidades establecidas como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales y hepáticas, así como malignidad, reciben múltiples medicamentos concomitantes, sin considerar posibles eventos e interacciones adversas. Esta es un área de investigación que se está pasando por alto y la toxicidad potencial debido a los tratamientos concomitantes debe abordarse con urgencia. La seguridad de los pacientes con COVID-19 debe continuar siendo la clave para mejorar la calidad de atención. Los países deben seguir las pautas de la OMS sobre el uso ético de medicamentos en emergencias, incluido el uso de indicaciones no autorizadas y el uso compasivo. Hoy más que nunca es importante enfatizar que debe existir un adecuado proceso de valoración de la evidencia y construcción de las recomendaciones que sea sistemático y transparente para evitar el uso inadecuado de tecnologías en pacientes con COVID19.

El Informe completo en https://bit.ly/3ezWJlb

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