Implicaciones potenciales para la salud relacionadas con el fracking.

JAMA, 7 de noviembre de 2017

La sociedad depende de los combustibles fósiles como una importante fuente de energía. Aunque la disponibilidad mundial de fuentes alternativas de combustible (por ejemplo, la energía eólica) continúa aumentando lentamente, la mayor parte de la demanda diaria de energía se satisface con el carbón, el petróleo y el gas natural. Antes de la disponibilidad de la fracturación hidráulica (fracking), los tremendos volúmenes de gas natural y petróleo eran inaccesibles mediante métodos de perforación convencionales; fue difícil extraer las reservas de combustible de la roca de esquisto cargada de petróleo que se sabe que subyace en muchas de las formaciones geológicas más porosas utilizadas históricamente.

Sin embargo, en la última década, el fracking y la perforación horizontal de pozos hanproporcionado acceso a estratos rocosos más profundos y menos porosos (a menudo denominados roca madre), que contienen incluso mayores volúmenes de combustibles fósiles. Al inyectar grandes volúmenes de agua en la roca de esquisto (junto con el ácido, el surfactante y la arena), la industria del petróleo puede generar presiones suficientes dentro de esta roca fuente, previamente inaccesible, para liberar reservas de combustible no convencionales, a tasas sin precedentes. Debido a que el proceso de fracturamiento hidráulico de estas roca de esquisto ha incrementado el papel relativo de los Estados Unidos continentales en la producción mundial de petróleo y gas natural, es cada vez más importante comprender las posibles implicaciones de esta tecnología en la salud de las personas y la población de EE. UU.

el trabajo

Wilke RA, Freeman JW. Potential Health Implications Related to Fracking. JAMA. 2017;318(17):1645–1646. doi:10.1001/jama.2017.14239

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