Intervenciones farmacológicas para la irritabilidad, la agresividad y las autolesiones en el trastorno del espectro autista (TEA)

La evidencia indica que los antipsicóticos atípicos probablemente reduzcan la irritabilidad, los medicamentos relacionados con el TDAH podrían reducir ligeramente la irritabilidad y las neurohormonas podrían tener poco o ningún efecto sobre la irritabilidad a corto plazo en las personas con TEA. Hubo alguna evidencia de que los antipsicóticos atípicos podrían reducir las autolesiones a corto plazo, aunque es incierta. No hubo evidencia clara de que los antidepresivos tuvieran un efecto sobre la irritabilidad. También hubo poca o ninguna diferencia en la agresividad entre los antipsicóticos atípicos y el placebo, o en las autolesiones entre los medicamentos relacionados con el TDAH y el placebo. Sin embargo, hubo alguna evidencia de que los antipsicóticos atípicos podrían dar lugar a una gran reducción de las autolesiones, aunque es incierta. Cochrane Database of Systematic Reviews, 9 de octubre de 2023

Antecedentes

En las personas con trastorno del espectro autista (TEA) se utilizan con frecuencia intervenciones farmacológicas para controlar comportamientos preocupantes, como la irritabilidad, la agresividad y las autolesiones. Algunas intervenciones farmacológicas podrían ayudar a tratar algunos comportamientos preocupantes, pero también pueden tener efectos adversos (EA).

Objetivos

Evaluar la efectividad y los EA de las intervenciones farmacológicas para el control de comportamientos de irritabilidad, agresividad y autolesiones en el TEA.

Métodos de búsqueda

Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, otras 11 bases de datos y dos registros de ensayos hasta junio de 2022. También se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los estudios pertinentes y se estableció contacto con autores de estudios, expertos y compañías farmacéuticas.

Criterios de selección

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados con participantes de cualquier edad con un diagnóstico clínico de TEA, que compararon cualquier intervención farmacológica con un fármaco alternativo, atención estándar, placebo o controles en lista de espera.

Obtención y análisis de los datos

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane. Los desenlaces principales fueron los comportamientos preocupantes en el TEA (irritabilidad, agresividad y autolesiones) y los EA. Los desenlaces secundarios fueron la calidad de vida y la tolerabilidad y aceptabilidad. Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente el riesgo de sesgo de cada estudio y utilizaron el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia para cada desenlace.

Resultados principales

En esta revisión se incluyeron 131 estudios con 7014 participantes. Se identificaron 26 estudios pendientes de clasificación y 25 en curso. La mayoría de los estudios incluyeron niños (53 estudios incluyeron solo niños menores de 13 años), niños y adolescentes (37 estudios), solo adolescentes (2 estudios) niños y adultos (16 estudios), o solo adultos (23 estudios). Todos los estudios incluidos compararon una intervención farmacológica con un placebo o con otra intervención farmacológica.

Antipsicóticos atípicos versus placebo

En el seguimiento a corto plazo (hasta seis meses), los antipsicóticos atípicos probablemente reducen la irritabilidad en comparación con el placebo (diferencia de medias estandarizada [DME] ‐0,90; intervalo de confianza [IC] del 95%: ‐1,25 a ‐0,55; 12 estudios, 973 participantes; evidencia de certeza moderada), lo que podría indicar un gran efecto. Sin embargo, no hubo evidencia clara de una diferencia en la agresividad entre los grupos (DME ‐0,44; IC del 95%: ‐0,89 a 0,01; un estudio, 77 participantes; evidencia de certeza muy baja). Los antipsicóticos atípicos también podrían reducir las autolesiones (DME ‐1,43; IC del 95%: ‐2,24 a ‐0,61; un estudio, 30 participantes; evidencia de certeza baja), lo que posiblemente indica un efecto importante.

Podría haber tasas más altas de EA neurológicos (mareo, fatiga, sedación, somnolencia y temblor) en el grupo de intervención (evidencia de certeza baja), pero no hubo evidencia clara de un efecto sobre otros EA neurológicos. El aumento del apetito podría ser mayor en el grupo de intervención (evidencia de certeza baja), pero no se encontró evidencia clara de un efecto sobre otros EA metabólicos. No hubo evidencia clara de diferencias entre los grupos en los EA musculoesqueléticos o psicológicos.

Neurohormonas versus placebo

En el seguimiento a corto plazo, las neurohormonas podrían tener un efecto mínimo o ningún efecto claro sobre la irritabilidad en comparación con el placebo (DME ‐0,18; IC del 95%: ‐0,37 a ‐0,00; ocho estudios; 466 participantes; evidencia de certeza muy baja), aunque la evidencia es muy incierta. No hubo datos sobre la agresividad ni las autolesiones.

Las neurohormonas podrían reducir ligeramente el riesgo de cefaleas en el grupo de intervención, aunque la evidencia es muy incierta. No hubo evidencia clara de un efecto de las neurohormonas sobre ningún otro EA neurológico, ni sobre ningún EA psicológico, metabólico o musculoesquelético (evidencia de certeza baja y muy baja).

Medicamentos para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) versus placebo

En el seguimiento a corto plazo, los fármacos relacionados con el TDAH podrían reducir ligeramente la irritabilidad (DME ‐0,20; IC del 95%: ‐0,40 a ‐0,01; 10 estudios, 400 participantes; evidencia de certeza baja), lo que podría indicar un efecto pequeño. Sin embargo, no hubo evidencia clara de que los fármacos relacionados con el TDAH tuvieran un efecto sobre las autolesiones (DME ‐0,62; IC del 95%: ‐1,63 a 0,39; un estudio, 16 participantes; evidencia de certeza muy baja). No se informaron datos sobre la agresividad.

Las tasas de EA neurológicos (somnolencia, EA emocionales, fatiga, cefalea, insomnio e irritabilidad), EA metabólicos (disminución del apetito) y EA psicológicos (depresión) podrían ser mayores en el grupo de intervención, aunque la evidencia es muy incierta (evidencia de certeza muy baja). No se observaron diferencias entre los grupos en ningún otro EA metabólico, neurológico ni psicológico (evidencia de certeza muy baja). No se proporcionaron datos de EA musculoesqueléticos.

Antidepresivos versus placebo

En el seguimiento a corto plazo, no hubo evidencia clara de que los antidepresivos tengan un efecto sobre la irritabilidad (DME ‐0,06; IC del 95%: ‐0,30 a 0,18; tres estudios, 267 participantes; evidencia de certeza baja). No se proporcionaron datos sobre la agresividad ni las autolesiones que se pudieran incluir en el análisis.

Las tasas de EA metabólicos (disminución de la energía) podrían ser mayores en los participantes que reciben antidepresivos (evidencia de certeza muy baja), aunque ningún otro EA metabólico mostró evidencia clara de una diferencia. Las tasas de EA neurológicos (disminución de la atención) y psicológicos (comportamiento impulsivo y estereotipia) también podrían ser mayores en el grupo de intervención (evidencia de certeza muy baja), aunque la evidencia es muy incierta. No hubo evidencia clara de ninguna diferencia en los demás EA metabólicos, neurológicos o psicológicos (evidencia de certeza muy baja), ni entre los grupos en los EA musculoesqueléticos (evidencia de certeza muy baja).

Riesgo de sesgo

La mayoría de los estudios de las cuatro comparaciones se calificaron con un riesgo general de sesgo incierto debido a que tenían varios dominios calificados como inciertos, muy pocos se calificaron con riesgo bajo en todos los dominios y la mayoría tenían al menos un dominio calificado como de riesgo de sesgo alto.

Conclusiones de los autores

La evidencia indica que los antipsicóticos atípicos probablemente reduzcan la irritabilidad, los medicamentos relacionados con el TDAH podrían reducir ligeramente la irritabilidad y las neurohormonas podrían tener poco o ningún efecto sobre la irritabilidad a corto plazo en las personas con TEA. Hubo alguna evidencia de que los antipsicóticos atípicos podrían reducir las autolesiones a corto plazo, aunque es incierta. No hubo evidencia clara de que los antidepresivos tuvieran un efecto sobre la irritabilidad. También hubo poca o ninguna diferencia en la agresividad entre los antipsicóticos atípicos y el placebo, o en las autolesiones entre los medicamentos relacionados con el TDAH y el placebo. Sin embargo, hubo alguna evidencia de que los antipsicóticos atípicos podrían dar lugar a una gran reducción de las autolesiones, aunque es incierta. No se proporcionaron datos (o estos no se pudieron utilizar) sobre las autolesiones ni la agresividad de las neurohormonas versus placebo. Los estudios informaron sobre una amplia variedad de posibles EA. Los antipsicóticos atípicos y los medicamentos relacionados con el TDAH en particular se asociaron con un mayor riesgo de EA metabólicos y neurológicos, aunque la evidencia es incierta en el caso de los antipsicóticos atípicos y muy incierta en el caso de los medicamentos relacionados con el TDAH. En el caso de las otras clases de fármacos los EA asociados fueron mínimos o inexistentes.

La revisión sistemática

Iffland M, Livingstone N, Jorgensen M, Hazell P, Gillies D. Pharmacological intervention for irritability, aggression, and self‐injury in autism spectrum disorder (ASD). Cochrane Database of Systematic Reviews 2023, Issue 10. Art. No.: CD011769. DOI: 10.1002/14651858.CD011769.pub2. Accessed 17 October 2023.

Disponible en https://n9.cl/rm6mg  

Compartir