¿La flora intestinal favorece el desarrollo de obesidad y diabetes?

Una revisión de la sorprendente influencia del microbioma sobre los trastornos metabólicos del huésped. JAMA, 22 de diciembre de 2016

Una revisión de la sorprendente influencia del microbioma sobre los trastornos metabólicos del huésped.

JAMA, 22 de diciembre de 2016

La obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 están influenciadas tanto por los genes como por el estilo de vida. Eso no es noticia. Sin embargo, los genes en el microbioma humano también pueden desempeñar un papel importante, y eso sí es noticia.

Se ha sabido por décadas que las bacterias del intestino sintetizan las vitaminas y los aminoácidos esenciales y ayudan a degradar toxinas. Durante la última década, se ha puesto de manifiesto que la influencia del microbioma sobre la salud puede ser aún más profunda.

Comenzando en el momento del nacimiento, cada ser humano coexiste cada vez más con los microbios. En el momento en que los individuos alcanzan la edad adulta, son colonizados por muchas más células microbianas que las aproximadamente 13 billones de células humanas. Más importante aún, estas células microbianas (la microbiota), colectivamente, tienen exponencialmente más genes (el microbioma) que las células humanas, alrededor de 250 a 800 veces más.

Además, muchos genes en el microbioma humano generan proteínas, incluyendo hormonas, neurotransmisores y moléculas de inflamación, que pueden entrar en la circulación y afectar la salud. A la luz de esto, es razonable cuestionar si los genes del microbioma podrían desempeñar un papel más importante en la salud que los genes humanos. La evidencia reciente sugiere que el microbioma puede afectar la probabilidad de muchas enfermedades importantes, incluyendo la obesidad y la diabetes.

Es plausible que el microbioma humano pueda afectar el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2 y otras enfermedades como la aterosclerosis, y que las manipulaciones del microbioma puedan reducir ese riesgo. Sin embargo, la ciencia biomédica está muy lejos de probar cualquiera de estas proposiciones. La disección del posible papel del microbioma en estas y otras enfermedades será un gran desafío, porque (1) los genes humanos influyen en la composición de la microbiota intestinal, (2) los genes microbianos influyen en la expresión de los genes humanos, (3) el metabolismo de algunos microbios intestinales influyen en el metabolismo de otros microbios intestinales, y (4) la dieta influye tanto en la microbiota como (posiblemente) en la expresión de los genes humanos. En resumen, los genes humanos, los genes microbianos y la dieta comparten un complicado conjunto de interdependencias.

Puede parecer improbable, al principio, que el microbioma pueda afectar el riesgo de enfermedades metabólicas importantes. Durante la última década, la investigación ha revelado que esto no es improbable en absoluto. En último término, la enfermedad es el resultado de una bioquímica desordenada. Los genes dirigen la bioquímica, el microbioma humano contiene exponencialmente más genes que los genes humanos, y esos genes microbianos producen moléculas que afectan a la fisiología humana.

Las nuevas tecnologías (especialmente la secuenciación rápida y barata de ácidos nucleicos) han proporcionado las herramientas para entender cómo la microbiota puede afectar la salud. Los científicos han aprendido mucho durante los últimos 50 años sobre los factores de riesgo modificables para la obesidad y la diabetes tipo 2. Durante la última década, los científicos han descubierto que quizás la microbiota es el factor de riesgo modificable más importante de todos.

 

El artículo completo:

Komaroff AL. The Microbiome and Risk for Obesity and Diabetes. JAMA [Internet]. 22 de diciembre de 2016. doi:10.1001/jama.2016.20099.

Disponible en: http://bit.ly/2hReOid

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