Los anticuerpos específicos protegen de la reinfección con SARS-CoV-2

La presencia de anticuerpos IgG anti-espiga o anti-nucleocápside en el personal de salud se asoció con un riesgo sustancialmente reducido de reinfección por SARS-CoV-2 en los siguientes 6 meses, en el orden de 1 caso cada 100.000 días de riesgo. New England Journal of Medicine, 23 de diciembre de 2020.

Antecedentes: la relación entre la presencia de anticuerpos contra el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) y el riesgo de reinfección posterior sigue sin estar clara.

Métodos: investigamos la incidencia de la infección por SARS-CoV-2 confirmada por la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en trabajadores de la salud seropositivos y seronegativos que participaban en las pruebas del personal asintomático y sintomático de los hospitales de la Universidad de Oxford en el Reino Unido. El estado inicial de los anticuerpos se determinó mediante ensayos de IgG anti-espiga (“anti-spike”, análisis primario) y anti-nucleocápside, y los miembros del personal fueron seguidos durante un máximo de 31 semanas. Estimamos la incidencia relativa de resultados positivos de la prueba de PCR y la nueva infección sintomática según el estado de los anticuerpos, ajustando por edad, sexo informado por el participante y cambios en la incidencia a lo largo del tiempo.

Resultados: un total de 12,541 trabajadores de la salud participaron y se midieron IgG anti-espiga; 11.364 fueron seguidos después de resultados iniciales de anticuerpos negativos y 1265 después de resultados positivos, incluidos 88 en los que se produjo seroconversión durante el seguimiento. Un total de 223 trabajadores de la salud inicialmente seronegativos para anti-espiga tuvieron una prueba de PCR positiva (1.09 por 10 000 días en riesgo), 100 durante el cribado mientras estaban asintomáticos y 123 mientras estaban sintomáticos, mientras que 2 trabajadores de salud con anti-espiga inicial positivo tuvieron luego una prueba de PCR positiva (0.13 por 10 000 días de riesgo), y ambos trabajadores estaban asintomáticos cuando se les realizó la prueba (índice de tasa de incidencia ajustado 0.11; IC95% 0,03 a 0,44; p = 0,002). No hubo infecciones sintomáticas en trabajadores con anticuerpos anti-espiga basales. Las proporciones de tasas fueron similares cuando el ensayo de IgG anti-nucleocápside se utilizó solo o en combinación con el ensayo de IgG anti-espiga para determinar el estado inicial.

Conclusiones: la presencia de anticuerpos IgG anti-espiga o anti-nucleocápside se asoció con un riesgo sustancialmente reducido de reinfección por SARS-CoV-2 en los siguientes 6 meses. (Financiado por el Departamento de Salud y Asistencia Social del Gobierno del Reino Unido y otros).

El artículo original:

Lumley SF, O’Donnell D, Stoesser NE, et al., for the Oxford University Hospitals Staff Testing Group. Antibody Status and Incidence of SARS-CoV-2 Infection in Health Care Workers. N Engl J Med December 23, 2020. DOI: 10.1056/NEJMoa2034545

Disponible en: https://bit.ly/38hsGz3

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