Manejar la menopausia después del cáncer

El manejo de los síntomas de la menopausia después del cáncer puede ser un desafío mayor que durante la menopausia natural. Los síntomas pueden extenderse más allá de los sofocos y los sudores nocturnos, y pueden superponerse con síntomas inducidos por el tratamiento, como disfunción sexual y deterioro del sueño, el estado de ánimo y la calidad de vida. The Lancet, 5 de marzo de 2024.

Resumen

A nivel mundial, se les diagnostica cáncer a 9 millones de mujeres  cada año. El cáncer de mama es el cáncer más comúnmente diagnosticado en todo el mundo, seguido por el cáncer colorrectal en los países de altos ingresos y el cáncer de cuello uterino en los países de bajos ingresos. La supervivencia al cáncer está mejorando y cada vez más mujeres experimentan efectos a largo plazo del tratamiento del cáncer, como insuficiencia ovárica prematura o menopausia precoz. 

Manejar los síntomas de la menopausia después del cáncer puede ser un desafío mayor que durante la menopausia natural. Los síntomas de la menopausia pueden extenderse más allá de los sofocos y los sudores nocturnos (síntomas vasomotores). Los síntomas inducidos por el tratamiento pueden incluir disfunción sexual y deterioro del sueño, el estado de ánimo y la calidad de vida. A largo plazo, la insuficiencia ovárica prematura podría aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares. 

Diagnosticar la menopausia después del cáncer puede ser un desafío ya que los síntomas de la menopausia pueden superponerse con otros síntomas comunes en pacientes con cáncer, como fatiga y disfunción sexual. La terapia hormonal menopáusica es un tratamiento eficaz para los síntomas vasomotores y parece ser segura para muchos pacientes con cáncer. Cuando la terapia hormonal está contraindicada o se evita, la evidencia emergente respalda la eficacia de los tratamientos no farmacológicos y no hormonales, aunque la mayor parte de la evidencia se basa en mujeres mayores de 50 años con cáncer de mama. 

El estrógeno vaginal parece seguro para la mayoría de las pacientes con síntomas genitourinarios, pero existen pocas opciones no hormonales. Muchas pacientes cuentan con una atención centralizada, inadecuada para controlar los síntomas de la menopausia después del tratamiento del cáncer, y se necesita más información sobre modelos de atención rentables y centrados en el paciente para esta población en crecimiento.

El artículo completo:

Hickey M, Basu P, Sassarini J, et al. Managing menopause after cancer. The Lancet  March 05, 2024. DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(23)02802-7

Disponible en: https://n9.cl/l4k74c

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