Manejo de la hipertensión en los pacientes diabéticos: nuevas recomendaciones

La American Diabetes Association actualizó su guía de 2003 sobre presión arterial elevada en las personas con diabetes, con especial énfasis en las medidas no farmacológicas, la selección de medicamentos y las metas del tratamiento. Diabetes Care, septiembre de 2017

La American Diabetes Association actualizó su guía de 2003 sobre presión arterial elevada en las personas con diabetes, con especial énfasis en las medidas no farmacológicas, la selección de medicamentos y las metas del tratamiento.

Diabetes Care, septiembre de 2017

 

La hipertensión es común entre los pacientes con diabetes, y es un importante factor de riesgo para enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA), insuficiencia cardíaca y complicaciones microvasculares. La ECVA es la principal causa de morbilidad y mortalidad para las personas con diabetes y es la mayor contribuyente a los costos directos e indirectos de la diabetes.

Esta declaración de posición pretende actualizar la evaluación y el tratamiento de la hipertensión entre las personas con diabetes, incluidos los avances en la atención desde que la Asociación Americana de Diabetes (ADA) publicó por última vez una declaración de posición sobre este tema en 2003.

Puntos clave:

  • La presión arterial (PA) debe medirse en cada consulta. Los pacientes que presenten una PA elevada (≥140 / 90 mmHg) deben confirmar los valores mediante múltiples lecturas, incluidas las mediciones en otro día, para diagnosticar hipertensión.
  • Todos los pacientes hipertensos con diabetes deben controlar la presión arterial en su hogar para identificar la hipertensión de guardapolvo blanco.
  • La medición ortostática de la presión arterial debe realizarse durante la evaluación inicial y periódicamente durante el seguimiento, o cuando se presentan síntomas de hipotensión ortostática.
  • La mayoría de los pacientes con diabetes e hipertensión deben ser tratados con un objetivo de presión arterial sistólica <140 mmHg y un objetivo de presión arterial diastólica <90 mmHg.
  • Valores más bajos de presión arterial sistólica y diastólica, tales como <130/80 mmHg, pueden ser apropiados para individuos con alto riesgo de enfermedad cardiovascular si pueden lograrse sin excesiva carga de tratamiento.
  • Para pacientes con presión arterial sistólica >120 mmHg o presión arterial diastólica >80 mmHg, la intervención en el estilo de vida consiste en pérdida de peso si tiene sobrepeso u obesidad; un patrón dietético  de estilo DASH, incluyendo reducción de sodio y aumento de la ingesta de potasio; aumento del consumo de frutas y hortalizas; moderación de la ingesta de alcohol; y aumento de la actividad física.
  • Los pacientes con presión arterial confirmada en el consultorio ≥140/90 mmHg deben, además de la terapia de estilo de vida, iniciar y titular el tratamiento farmacológico para alcanzar los objetivos de presión arterial.
  • Además de la terapia de estilo de vida, los pacientes con presión arterial confirmada en el consultorio ≥160/100 mmHg deben tener una pronta iniciación y titulación oportuna de dos fármacos o una combinación en una sola pastilla de fármacos que han demostrado reducir eventos cardiovasculares en pacientes con diabetes.
  • El tratamiento para la hipertensión debe incluir clases de fármacos que han demostrado  reducir eventos cardiovasculares en pacientes con diabetes: inhibidores de la ECA, bloqueadores de los receptores de angiotensina II (ARA-II), diuréticos de tipo tiazídico o bloqueadores de los canales de calcio de tipo dihidropiridina. Generalmente se requiere terapia con múltiples fármacos para alcanzar los objetivos de presión arterial (pero no se deben combinar inhibidores de la ECA con ARA-II).
  • En pacientes con diabetes y una proporción de albúmina/creatinina en orina ≥ 300 mg/g , o de 30-299 mg/g se recomienda como tratamiento de primera línea para la hipertensión un inhibidor de la ECA o un ARA-II, a las máximas dosis toleradas. Si una clase no es tolerada, debe ser sustituida por la otra.
  • En pacientes tratados con un inhibidor de la ECA, ARA-II o diuréticos, se debe monitorizar la creatinina sérica / tasa de filtración glomerular estimada y los niveles de potasio sérico.

 

El artículo original:

Ian H. de Boer, Sripal Bangalore, Athanase Benetos, Andrew M. Davis, Erin D. Michos, Paul Muntner, Peter Rossing, Sophia Zoungas, George Bakris. Diabetes and Hypertension: A Position Statement by the American Diabetes Association. Diabetes Care Sep 2017, 40 (9) 1273-1284; DOI: 10.2337/dci17-0026

Disponible en: http://bit.ly/2glX5A3

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