Reducción de la ingesta de alcohol para controlar la hipertensión

Una intervención para disminuir el consumo de alcohol no produjo diferencias en la presión arterial sistólica y diastólica en comparación con una intervención de control, aunque hubo una reducción en la ingesta de alcohol que favoreció la intervención activa. No se encontraron diferencias ni para la mortalidad global, mortalidad cardiovascular ni eventos cardiovasculares. No se dispuso de datos sobre eventos adversos graves o calidad de vida para evaluar. Se necesitan ensayos controlados aleatorios adecuados para proporcionar evidencia adicional sobre esta cuestión específica. Cochrane Database Syst Rev, 21 de septiembre de 2020

Antecedentes: la hipertensión arterial constituye una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en todo el mundo. Al mismo tiempo, beber en exceso aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como cardiomiopatía, hipertensión, arritmias auriculares o accidente cerebrovascular. Varios estudios ya han evaluado específicamente la relación entre la ingesta de alcohol y la hipertensión. Sin embargo, se desconoce en gran medida el efecto potencial sobre la presión arterial de las intervenciones de reducción de la ingesta de alcohol.

Objetivos: Evaluar el efecto de cualquier intervención para reducir la ingesta de alcohol en términos de disminución de la presión arterial en personas hipertensas con consumo de alcohol en comparación con una intervención de control o ninguna intervención en absoluto. Determinar los efectos adicionales relacionados con la mortalidad, los eventos cardiovasculares importantes, los eventos adversos graves o la calidad de vida.

Métodos de búsqueda: El Especialista Cochrane en Información sobre Hipertensión buscó en las siguientes bases de datos ensayos controlados aleatorios hasta junio de 2020: el Registro Cochrane de Hipertensión Especializada, el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL) (Número 5, 2020), MEDLINE Ovid (desde 1946) , MEDLINE Ovid Epub Ahead of Print, y MEDLINE Ovid In-Process, Embase Ovid (desde 1974), ClinicalTrials.gov y la Plataforma Internacional de Registro de Ensayos Clínicos de la Organización Mundial de la Salud. Se estableció contacto con los autores de los ensayos cuando fue necesario y no se aplicaron restricciones de idioma.

Criterios de selección: Se incluyeron ensayos controlados aleatorios con una duración mínima de 12 semanas y que incluyeron 50 o más sujetos por grupo con medición cuantitativa del consumo de alcohol y / o medición biológica de los resultados de interés. Los participantes eran adultos (16 años de edad o mayores) con presión arterial sistólica (PAS) mayor de 140 mmHg y presión arterial diastólica (PAD) mayor de 90 mmHg, y PAS ≥ 130 o PAD ≥ 80 mmHg en participantes con diabetes. Se incluyó cualquier intervención implementada para reducir su consumo de alcohol.

Recopilación y análisis de datos: Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los resultados de la búsqueda y extrajeron los datos mediante procedimientos metodológicos estándar adoptados por Cochrane.

Resultados principales: Se seleccionaron un total de 1210 estudios. Se incluyó un ensayo controlado aleatorio con un total de 269 participantes con un seguimiento de dos años. En esta revisión se proporcionaron y utilizaron datos de pacientes individuales para todos los participantes. No se encontraron diferencias entre el grupo de intervención cognitivo-conductual y el grupo de control para la mortalidad general (RR 0,72; IC del 95%: 0,16 a 3,17; evidencia de certeza baja), mortalidad cardiovascular (no estimable) y eventos cardiovasculares (RR 0,80, 95% IC: 0,36 a 1,79; evidencia de certeza muy baja). No hubo diferencias estadísticas en la reducción de la presión arterial sistólica (PAS) (diferencia de medias (DM) -0,92 mmHg, intervalo de confianza (IC) del 95%: -5,66 a 3,82 mmHg; evidencia de certeza muy baja) o disminución de la presión arterial diastólica (PAD) (DM 0,98 mmHg; IC del 95%: -1,69 a 3,65 mmHg; evidencia de certeza baja) entre el grupo de intervención cognitivo-conductual y el grupo de control. Tampoco se encontraron diferencias en la proporción de sujetos con PAS <140 mmHg y PAD <90 mmHg (Cociente de riesgos (CR) 1,21; IC del 95%: 0,88 a 1,65; evidencia de certeza muy baja). Con respecto a los resultados secundarios, la ingesta de alcohol se redujo significativamente en la intervención cognitivo-conductual en comparación con el grupo de control (DM 191,33 g; IC del 95%: 85,36 ​​a 297,30 g). No se encontraron diferencias entre la intervención activa y de control en la proporción de sujetos con consumo de alcohol de menor riesgo versus bebedores extremos y de mayor riesgo al final del estudio (RR 1,04; IC del 95%: 0,68 a 1,60). No hubo resultados estimables para el resultado de la calidad de vida.

Conclusiones de los autores: Una intervención para disminuir el consumo de alcohol no produjo diferencias en la presión arterial sistólica y diastólica en comparación con una intervención de control, aunque hubo una reducción en la ingesta de alcohol que favoreció la intervención activa. No se encontraron diferencias ni para la mortalidad global, mortalidad cardiovascular ni eventos cardiovasculares. No se dispuso de datos sobre eventos adversos graves o calidad de vida para evaluar. Se necesitan ensayos controlados aleatorios adecuados para proporcionar evidencia adicional sobre esta cuestión específica.

La revisión

Acin MT, Rueda JR, Saiz LC, Parent Mathias V, Alzueta N, Solà I, Garjón J, Erviti J. Alcohol intake reduction for controlling hypertension. Cochrane Database Syst Rev. 2020 Sep 21;9:CD010022. doi: 10.1002/14651858.CD010022.pub2. PMID: 32960976.

En https://bit.ly/33LKUVC

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