Revisión bibliográfica sobre eficacia y seguridad de la luz ultravioleta y ozono para la desinfección de superficies. Actualización.

Son necesarios más estudios que evalúen la eficacia de ambos dispositivos en la desinfección del SARS-CoV-2 en el ámbito sanitario, para conocer las dosis óptimas necesarias de radiación UV u ozono para lograr su desinfección, así como conocer los efectos secundarios de la utilización de los mismos.  Ministerio de Sanidad. Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III. 22 de diciembre de 2020

Objetivos El objetivo de esta revisión bibliográfica es analizar la información disponible sobre la eficacia y seguridad de los dispositivos de luz ultravioleta (UV) y ozono en la desinfección de virus, especialmente en la desinfección del SARS-CoV-2.

Metodología Se ha realizado una revisión sistemática (RS) de la información científica recogida en las principales bases de datos biomédicas, PubMed, EMBASE y Cochrane Library, así como en las bases de datos WoS y CRD. También se realizó una búsqueda en las bases de datos de las principales agencias de evaluación de tecnologías sanitarias.

Resultados La búsqueda bibliográfica ha permitido incluir 15 estudios sobre la eficacia de la luz ultravioleta y ozono en la desinfección de virus. Una actualización posterior permitió incluir 18 estudios más sobre luz UV y 1 estudio más sobre ozono. Todos estos estudios, menos uno, eran pruebas de laboratorio. Para analizar la eficacia de la radiación UV se han incluido 22 estudios primarios, 4 RS y un informe de evaluación de tecnologías sanitarias. Una RS y 8 estudios primarios analizaban la eficacia de la luz UV para la inactivación del SARS-CoV-2, de los cuales la RS y 6 estudios primarios analizaban la eficacia de la luz UV para la descontaminación de mascarillas filtrantes EPI (Equipo de Protección Individual), también denominadas FFP por sus siglas en inglés (Filtering Face Piece). Estos estudios concluían que la luz UV era una tecnología adecuada para la inactivar el SARS-CoV-2. Sin embargo, se observó que la inactivación del SARS-CoV-2 dependía del medio en el que se encontraba, y en el caso de las mascarillas EPI del modelo y material del que estaban fabricados. Algunos estudios indicaban que la dosis de luz UV utilizada no era suficiente para inactivar completamente el SARS-CoV-2. Solo un estudio evaluaba la eficacia de la luz en condiciones reales, en concreto en el ámbito hospitalario, pero no se analizaba la desinfección del SARSCoV-2. Este estudio realizó un análisis de la eficacia de la luz UV para la desinfección del aire de las habitaciones en un hospital pediátrico concluyendo que este tipo de dispositivo puede reducir la incidencia de infecciones en las vías respiratorias altas en niños. Dos de los estudios incluidos analizaron la eficacia de la radiación UV para la desinfección y reutilización de mascarillas. Los resultados de los estudios que evaluaban la desinfección de otros patógenos indicaban que la efectividad de la luz depende del tipo de patógeno. En todos estos estudios se concluye que la luz UV sería eficaz en la reducción de patógenos, aunque sería más efectiva para la desinfección de bacterias que para virus, ya que en algunos casos no se lograba la inactivación completa del virus. Se han incluido 7 estudios que analizan la eficacia del ozono en la desinfección de virus a escala de laboratorio. No se ha identificado ningún estudio que evalúe la eficacia del ozono en la desinfección del SARS-CoV2, ni de ningún otro coronavirus. Tampoco se han identificado estudios que analicen la eficacia de la desinfección de virus en el ámbito sanitario. En los estudios incluidos se concluye que el ozono reduce la carga vírica de la superficie donde se aplica, aunque la reducción depende de la dosis de ozono administrada, el tiempo de contacto y la humedad relativa, entre otros factores. Ambos dispositivos presentan riesgos para la salud. La radiación UV puede causar daños en la piel y en el tejido ocular. El ozono puede producir graves quemaduras en la piel, daños oculares, e incluso provocar daños en los órganos si la exposición es prolongada o repetida.

Conclusiones La evidencia disponible sugiere que los dispositivos de luz UV-C podrían inactivar el SARS-CoV-2 de una forma fácil y rápida. Sin embargo, la evidencia disponible es todavía escasa y muy heterogénea. Los dispositivos de ozono pueden reducir la población de virus en superficies. Sin embargo, no se ha encontrado evidencia sobre la eficacia y seguridad de la desinfección de SARS-CoV-2 de ozono.

Ambos dispositivos implican riesgos para la salud, ya que pueden causar daños oculares, daños en la piel o irritación de las vías respiratorias. En ambos casos, la utilización de los dispositivos debe realizarse de forma controlada. El personal que los utilice tiene que acreditar formación profesional para el uso de estos dispositivos y debe estar equipado adecuadamente, para minimizar el riesgo de la exposición. Son necesarios más estudios que evalúen la eficacia de ambos dispositivos en la desinfección del SARS-CoV-2 en el ámbito sanitario, para conocer las dosis óptimas necesarias de radiación UV u ozono para lograr su desinfección, así como conocer los efectos secundarios de la utilización de los mismos

El informe

García Carpintero EE, Cárdaba Arranz M, Sánchez Gómez LM. Revisión bibliográfica sobre eficacia y seguridad de la luz ultravioleta y ozono para la desinfección de superficies. Actualización. Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) - Instituto de Salud Carlos III, Ministerio de Sanidad. Madrid. 2020. Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias

En https://bit.ly/38KDJ2P

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