¿Se asocia la ecografía prenatal con los trastornos del espectro autista (TEA)?

Los hallazgos de este estudio son en general consistentes con datos previos que sugieren que la ecografía prenatal no es un factor causal suficiente de los TEA. Sin embargo, no se descarta su potencial como un factor de estrés ambiental en un sistema genéticamente vulnerable. JAMA Pediatrics, 12 de febrero de 2018

Los hallazgos de este estudio son en general consistentes con datos previos que sugieren que la ecografía prenatal no es un factor causal suficiente de los TEA. Sin embargo, no se descarta su potencial como un factor de estrés ambiental en un sistema genéticamente vulnerable.

JAMA Pediatrics, 12 de febrero de 2018

 

Resumen

Importancia: la prevalencia de los trastornos del espectro autista (TEA) ha estado aumentando rápidamente, con estimaciones actuales de 1 de cada 68 niños afectados. Simultáneamente, el uso de ultrasonografía prenatal ha aumentado sustancialmente, con investigación limitada sobre su seguridad y sus efectos sobre el desarrollo cerebral. Los estudios en animales han demostrado que la ultrasonografía prenatal puede afectar negativamente a la migración neuronal.

Objetivo: cuantificar la exposición al ultrasonido prenatal por la frecuencia, el momento, la duración y la intensidad de las exploraciones ecográficas en niños con TEA posterior, retraso del desarrollo y desarrollo típico.

Diseño, ámbito y participantes: este estudio de casos y controles incluyó 107 pacientes con TEA, 104 individuos de control con retraso en el desarrollo y 209 controles con desarrollo típico. Los participantes se identificaron a partir de registros médicos basados ​​en la atención prenatal y el parto en el Boston Medical Center, un centro médico diverso, académico y de protección social, desde el 1 de julio de 2006 hasta el 31 de diciembre de 2014, con una edad gestacional al nacer de al menos 37 semanas. Los datos se analizaron desde el 1 de mayo de 2015 hasta el 30 de noviembre de 2017.

Exposiciones: la exposición ecográfica se cuantificó por el número y el momento de las exploraciones, la duración de la exposición, la potencia media (profundidad, velocidad de cuadros, índice mecánico e índice térmico) y el tiempo de Doppler y las imágenes tridimensionales y tetradimensionales.

Principales resultados y medidas: en los participantes con TEA, los controles con retraso del desarrollo y los controles con desarrollo típico, se cuantificó la exposición al ultrasonido y se comparó por trimestre y durante todo el embarazo, con ajustes por el sexo infantil, edad gestacional al nacer y edad materna.

Resultados: un total de 420 participantes se incluyeron en el estudio (328 niños [78,1%] y 92 niñas [21,9%], la edad media al 1 de enero de 2016, 6,6 años, IC95% 6,5-6,8 años). El grupo con TEA recibió una media de 5,9 exploraciones (IC95% 5.2-6.6), que no fue significativamente diferente de las 6.1 exploraciones (IC 95%, 5.4-6.8) en el grupo de retraso del desarrollo o las 6.3 exploraciones  (IC 95%) , 5.8-6.8) en el grupo de desarrollo típico. En comparación con el grupo de desarrollo típico, el grupo con TEA tuvo una menor duración de la exposición al ultrasonido durante el primer trimestre (290.4 segundos [IC 95%, 212.8-368.0] frente a 406.4 segundos [IC95%, 349.5-463.3 segundos]) y el segundo trimestre (1687.6 segundos [IC95% 1493.8-1881.4] vs 2011.0 segundos [IC95% 1868.9-2153.1]), pero no hubo diferencia en el número de estudios. El grupo con TEA tuvo una mayor profundidad media de penetración ultrasonográfica que el grupo de retraso del desarrollo en el primer trimestre (12,5 cm [IC95% 12,0-13,0 cm] frente a 11,6 cm [IC95%, 11,1-12,1 cm]). El grupo TEA tuvo una profundidad media mayor que el grupo de desarrollo típico durante el primer (12,5 cm [IC 95%, 12,0-13,0 cm] frente a 11,6 cm [IC 95%, 11,3-12,0 cm]) y el segundo (12,9 cm [95] % CI, 12,6-13,3 cm] frente a 12,5 cm [IC 95%, 12,2 - 12,7 cm]) trimestres.

Conclusiones y relevancia: este estudio encontró una profundidad media significativamente mayor de penetración ultrasonográfica en el grupo de TEA en comparación con el grupo de retraso del desarrollo en el primer trimestre y en comparación con el grupo de desarrollo típico en el primer y segundo trimestre. Se necesita más investigación para determinar si otras variables de la exposición al ultrasonido también tienen efectos adversos en el desarrollo del feto.

 

El estudio original:

Rosman NP, Vassar R, Doros G, DeRosa J, Froman A, DiMauro A, Santiago S, Abbott J. Association of Prenatal Ultrasonography and Autism Spectrum Disorder. JAMA Pediatr. Published online February 12, 2018. doi:10.1001/jamapediatrics.2017.5634

Disponible en: http://bit.ly/2o99LxQ

 

Comentario editorial:

Webb SJ, Mourad PD. Prenatal Ultrasonography and the Incidence of Autism Spectrum Disorder. JAMA Pediatr. Published online February 12, 2018. doi:10.1001/jamapediatrics.2017.5685

Disponible en: http://bit.ly/2EHxpfd

 

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