Terapia endovascular o quirúrgica para la arteriopatía periférica

En pacientes con una vena safena adecuada para realizar el puente vascular, la cirugía superó al tratamiento endovascular en el desenlace de requerir nueva intervención o amputación. En aquellos en los que se utilizó una prótesis arterial, no hubo diferencia entre la estrategia endovascular y la quirúrgica. New England Journal of Medicine, 22 de diciembre de 2022.

Resumen

Antecedentes: los pacientes con isquemia crónica que amenaza la extremidad (ICAE) requieren revascularización para mejorar la perfusión de la extremidad y, por lo tanto, limitar el riesgo de amputación. No está claro si es superior una estrategia inicial de tratamiento endovascular o de revascularización quirúrgica para mejorar los resultados.

Métodos: en este ensayo aleatorizado internacional, reclutamos a 1830 pacientes con ICAE y arteriopatía periférica infrainguinal en dos ensayos de cohortes paralelas. Los pacientes que tenían un segmento único de la vena safena mayor que podía usarse para la cirugía se asignaron a la cohorte 1. Los pacientes que necesitaban un conducto de derivación alternativo se asignaron a la cohorte 2. El resultado primario fue un compuesto de un evento adverso importante en una extremidad, que fue definida como amputación por encima del tobillo o una reintervención importante de una extremidad (un nuevo injerto de derivación o revisión del injerto, trombectomía o trombólisis), o muerte por cualquier causa.

Resultados: en la cohorte 1, después de una mediana de seguimiento de 2,7 años, ocurrió un evento de resultado primario en 302 de 709 pacientes (42,6 %) en el grupo quirúrgico y en 408 de 711 pacientes (57,4 %) en el grupo endovascular (hazard ratio, 0,68; intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,59 a 0,79; P <0,001). En la cohorte 2, ocurrió un evento de resultado primario en 83 de 194 pacientes (42,8 %) en el grupo quirúrgico y en 95 de 199 pacientes (47,7 %) en el grupo endovascular (índice de riesgo, 0,79; IC del 95 %, 0,58 a 1,06). ; P = 0,12) después de una mediana de seguimiento de 1,6 años. La incidencia de eventos adversos fue similar en los dos grupos en las dos cohortes.

Conclusiones: en los pacientes con CLTI que tenían una vena safena adecuada para la revascularización quirúrgica (cohorte 1), la incidencia de un evento adverso importante en las extremidades o la muerte fue significativamente menor en el grupo quirúrgico que en el grupo endovascular. Entre los pacientes que carecían de un conducto de vena safena adecuado (cohorte 2), los resultados en los dos grupos fueron similares. (Financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre; número de BEST-CLI ClinicalTrials.gov, NCT02060630).

El artículo original:

Farber A, Menard MT, Conte MS, et al., for the BEST-CLI Investigators. Surgery or Endovascular Therapy for Chronic Limb-Threatening Ischemia. N Engl J Med 2022; 387:2305-2316. DOI: 10.1056/NEJMoa2207899

Disponible en: https://bit.ly/3FZIkjI

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