La dermatitis atópica generalmente se desarrolla en la niñez, pero puede ocurrir en adultos. El manejo implica tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para aclarar la piel. No todos los pacientes con dermatitis atópica tienen alergias. La mayoría de los pacientes tienen factores desencadenantes que se pueden evitar.
Todos los pacientes deben utilizar sustitutos del jabón y aceites de baño.
Los humectantes son importantes para mejorar la condición de la piel.
Los corticoides tópicos son el principal tratamiento farmacológico.
La elección del corticosteroide depende en gran medida del sitio de la dermatitis atópica.
Los inhibidores tópicos de la calcineurina se pueden considerar para sitios sensibles, como la cara, donde los corticosteroides tópicos potentes son potencialmente dañinos. Los tratamientos complementarios administrados durante los brotes de dermatitis incluyen baños de lejía y vendajes húmedos.
Los antihistamínicos pueden ayudar a aliviar la picazón. La fototerapia puede ser considerada por un especialista en adultos si no hay una respuesta adecuada al tratamiento.
Los casos severos de dermatitis atópica pueden requerir tratamiento sistémico. Se han utilizado inmunosupresores, como la ciclosporina, y ahora se dispone de dupilumab y upadacitinib para la dermatitis atópica crónica grave.
el artículo
Ross G Treatments for atopic dermatitis. Aust Prescr 2023;46:9–12. DOI: 10.18773/austprescr.2023.002
disponible en https://n9.cl/i4943