Virus Zika en el recién nacido: manifestaciones oculares

El compromiso oftalmológico puede ser la única lesión presente en el neonato, o acompañarse de otras localizaciones.

JAMA Pediatrics, julio de 2017

Resumen

Importancia: las guías actuales recomiendan el rastreo con examen ocular en los lactantes con microcefalia o infección por el virus Zika confirmada por laboratorio, pero no para todos los lactantes potencialmente expuestos al virus Zika in utero.

Objetivo: evaluar los hallazgos oculares en una cohorte de lactantes cuyas madres tuvieron una infección por virus Zika confirmada por la reacción de polimerasa durante el embarazo.

Diseño, ámbito y participantes: en esta serie descriptiva de casos realizada del 2 de enero al 30 de octubre de 2016, los niños fueron examinados desde el nacimiento hasta el año de edad por un equipo médico multidisciplinario, incluyendo un oftalmólogo pediátrico, del Instituto Fernandes Figueira, centro de referencia de salud para embarazos de alto riesgo y enfermedades infecciosas en niños en Río de Janeiro, Brasil.

Participantes: las parejas madre-bebe de Rio de Janeiro, Brasil, que presentaron sospecha de infección por el virus Zika durante el embarazo, fueron remitidos a nuestra institución y se realizaron estudios de suero, orina, líquido amniótico o muestras de placenta con reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real para el virus Zika.

Principales resultados y medidas: descripción de los hallazgos oculares, presencia de microcefalia u otras anomalías en el sistema nervioso central y momento de la infección en niños con virus Zika confirmado durante el embarazo. Las anomalías oculares se correlacionaron con los hallazgos del sistema nervioso central, la microcefalia y el momento de la infección materna.

Resultados: de los 112 casos de infección por virus de Zika confirmada por la reacción en cadena de la polimerasa en muestras maternas, 24 niños (21,4%) examinados tuvieron anomalías oculares (edad mediana al primer examen ocular, 31 días, rango, 0-305 días). Diez niños (41,7%) con anomalías oculares no presentaron microcefalia y 8 (33,3%) no presentaron hallazgos en el sistema nervioso central. Catorce niños con anomalías oculares (58,3%) nacieron de mujeres infectadas en el primer trimestre, 8 (33,3%) en el segundo trimestre y 2 (8,3%) en el tercer trimestre. Los hallazgos más frecuentes fueron anomalías del nervio óptico y de la retina. Las anomalías oculares se asociaron estadísticamente con microcefalia (odds ratio [OR], 19,1; IC95%: 6,0-61,0)), otras anomalías del sistema nervioso central (OR, 4,3; IC95%: 1,6-11,2), artrogrifosis (OR 29,0; IC95% 3,3-255,8), y trimestre materno de infección (OR del primer trimestre 5,1, IC95% 1,9-13,2, segundo trimestre OR 0,5; IC95%: 0,2-1,2; IC95% 0,1 - 1,2).

Conclusiones y relevancia: las anomalías oculares pueden ser el único hallazgo inicial en la infección congénita por el virus Zika. Todos los lactantes con potencial exposición materna al virus Zika en cualquier momento durante el embarazo deben someterse a exámenes oculares de detección independientemente de la presencia o ausencia de anomalías en el sistema nervioso central.

El artículo original:

Zin AA, Tsui I, Rossetto J, Vasconcelos Z, et al. Screening Criteria for Ophthalmic Manifestations of Congenital Zika Virus Infection. JAMA Pediatr. Published online July 17, 2017. doi:10.1001/jamapediatrics.2017.1474

Disponible en: http://bit.ly/2uCt9JC