Clarificación de la posición de la OMS sobre la herramienta FRAX® para la predicción de fracturas

Bull World Health Organ, diciembre de 2016 Editorial que detalla porque la FRAX®, para evaluar los riesgos de fractura, no debe ser considerada una "herramienta de la OMS" ya que no ha sido desarrollada, aprobada, evaluada o validada por la OMS.

Bull World Health Organ, diciembre de 2016

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no produce actualmente una estimación global de la carga de morbilidad atribuible a la osteoporosis y ha reconocido desde hace tiempo que las variaciones en las definiciones de enfermedades y las lagunas en los datos complican los esfuerzos para desarrollar tales estimaciones.

Con esta declaración, la Organización Mundial de la Salud desea dejar claro que la herramienta FRAX® para evaluar los riesgos de fractura de los pacientes no es una "herramienta de la OMS" y no ha sido desarrollada, aprobada, evaluada o validada por la OMS, a pesar de cualquier declaración pública y afirmaciones a ese efecto.

De 1991 a 2010, la Unidad de Enfermedades Óseas Metabólicas de la Universidad de Sheffield fue designada Centro Colaborador de la OMS, en parte para abordar el problema de estimación de la carga de morbilidad mencionado anteriormente. Un centro colaborador de la OMS es una institución designada por el Director General para llevar a cabo actividades de apoyo a los programas de la Organización.

Si bien el centro contribuyó a un informe de la reunión de 2007 del Grupo Científico de la OMS sobre la Evaluación de la Osteoporosis en el Nivel de Atención Primaria, este informe sólo indicó lo siguiente con respecto a su evaluación del modelo FRAX: "En los Estados Miembros sin acceso a densitometría, - las estrategias de detección pueden ser seguidas solo con el uso de factores de riesgo clínicos. Las características de rendimiento del modelo FRAX son al menos tan buenas como las proporcionadas por la evaluación de la densidad mineral ósea periférica ".

Sin embargo, ni el informe ni la declaración anterior se refieren a que el modelo FRAX estuviera siedno desarrollado por la OMS, ni tampoco constituyeron un endoso de la OMS al modelo FRAX.

En 2008, la Universidad de Sheffield publicó este modelo como una herramienta de predicción de fracturas, la herramienta FRAX®. La literatura científica subsiguiente y un procedimiento judicial reflejan controversia sobre el uso de esta herramienta para identificar individuos en riesgo de fractura que pueden beneficiarse del tratamiento farmacéutico para mejorar la densidad ósea.

La OMS no tiene acceso a los algoritmos, coeficientes o datos subyacentes en los que se han desarrollado la herramienta FRAX® y sus variaciones nacionales. En consecuencia, la OMS no puede expresar ninguna opinión sobre el valor científico de la herramienta FRAX® y no la expresa. Además, según nuestros registros, la OMS no ha autorizado el uso del nombre, sigla o emblema de la OMS en relación con la herramienta FRAX®, incluida la marca, la promoción o la venta de la herramienta.

La OMS también desea aclarar que no ha recibido ningún ingreso de las ventas de suscripciones a la herramienta FRAX®, ya sea a través del sitio web de la herramienta oa través de sus aplicaciones móviles iPhone o Android.

Por último, debe quedar claro que las recomendaciones de tratamiento integradas dentro de la herramienta FRAX® no han sido evaluadas por el Comité de Revisión de Directrices de la OMS y no deben interpretarse como recomendaciones aprobadas por la OMS. Desde 2008, las recomendaciones emitidas por la OMS se realizan en estricto cumplimiento del proceso descrito en el Manual de la OMS para el Desarrollo de Directrices

Las recomendaciones se basan en revisiones sistemáticas de las pruebas, en las evaluaciones formales, en la certeza del equilibrio de los beneficios y los daños de una intervención y en la consideración explícita de factores como la viabilidad, el efecto sobre la equidad, el costo y las preferencias de las personas afectadas por las recomendaciones. El grupo de formulación de directrices, que formula las recomendaciones, debe incluir una amplia representación de expertos, ejecutores y personas afectadas por las recomendaciones, con un plan de gestión claro para minimizar posibles conflictos de intereses.

 

el editorial

Nathan Ford, Susan L Norris & Suzanne R Hill

Clarifying WHO’s position on the FRAX® tool for fracture prediction

Bull World Health Organ 2016;94:862

en http://bit.ly/2gkdshL

 

 

 

 

 

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