Disfunción sexual causada por medicamentos
FMC. 2017 La disfunción sexual es común en hombres y aumenta con la edad; hay varios tipos de disfunción sexual masculina: disminución de la libido, disfunción eréctil y trastornos de la eyaculación.
• La disfunción sexual es común en hombres y aumenta con la edad; hay varios tipos de disfunción sexual masculina: disminución de la libido, disfunción eréctil y trastornos de la eyaculación.
• Estudios epidemiológicos estiman una prevalencia de disfunción sexual femenina que puede oscilar entre el 30% y el 50%; sin embargo, la prevalencia es inferior a estas estimaciones, ya que los criterios para su diagnóstico requieren que los síntomas sean angustiantes o molestos para el paciente.
• Actualmente se cree que los agentes farmacológicos son la causa de más del 25% de impotencia masculina; pueden tener efectos sobre todas las fases de la respuesta sexual tanto en hombres como en mujeres.
• La etiología de la disfunción sexual es a menudo confusa: factores psicológicos como ansiedad, depresión, esquizofrenia; etiologías orgánicas como diabetes, enfermedad de Addison, hipogonadismo, hiper e hipotiroidismo, etc.; el proceso de envejecimiento en sí mismo contribuye a la disfunción sexual masculina y la farmacológica.
• La disfunción sexual es un efecto secundario común en pacientes que abusan de las drogas recreativas o bien inducida farmacológicamente (por ejemplo, los medicamentos antihipertensivos, los psicotrópicos o los genitourinarios).
• Los profesionales sanitarios y los pacientes a menudo tienen dificultades para abordar el tema de la disfunción sexual.
• Si no se trata la disfunción sexual inducida farmacológicamente puede conducir a dificultades psicosociales o a un incumplimiento terapéutico.
• Los profesionales sanitarios deben preguntar directamente a los pacientes que están recibiendo medicación asociada con una alta incidencia de disfunción sexual, sobre los posibles efectos secundarios sexuales.
• La mayoría de los episodios de disfunción sexual inducida farmacológicamente, con la excepción del priapismo y la impotencia secundaria al abuso crónico de alcohol, son reversibles y pueden ser aliviados con una reducción de la dosis del agente culpable o con su suspensión y sustitución por un medicamento igualmente eficaz con menor incidencia de efectos secundarios sexuales.
• No existe evidencia, clínicamente significativa, de la utilidad de los tratamientos específicos para la disfunción sexual.
el trabajo