Hiperhidrosis inducida por fármacos

Butlletí de Farmacovigilància de Catalunya Vol. 16, n.º 5 • octubre - diciembre 2018

Cat Salut, enero de 2019

La sudoración es el principal medio termorregulador de disipación de calor en respuesta al estrés por calor en los seres humanos. Cuando la producción de sudor supera lo que es fisiológicamente necesario para mantener la homeostasis térmica, se habla de hiperhidrosis, y se define como una exageración de la secreción sudoral localizada en unas áreas determinadas o bien generalizada.1

La hiperhidrosis generalizada es consecuencia de una hiperfunción de prácticamente la totalidad de las glándulas sudoríparas ecrinas. Puede ser primaria (idiopática) o secundaria en infecciones (tuberculosis), alteraciones endocrinas (hipertiroidismo, feocromocitoma, menopausia), trastornos metabólicos (diabetes, hipoglucemia), enfermedades neurológicas (enfermedad de Parkinson, lesión medular, síndrome de Shy-Drager), neoplasias (linfoma maligno, tumor cerebral) o fármacos.

Una hiperhidrosis focal también puede ser primaria (idiopática) o secundaria (como el síndrome de Frey).1

Existen varios fármacos que pueden influir en la producción de sudor, aunque pocos estudios han evaluado sus efectos de forma específica. Algunos actúan centralmente sobre el hipotálamo o los centros termorreguladores espinales, y otros sobre los ganglios simpáticos o la unión ecrino-neuroefectora. En la tabla 1 se describen los principales fármacos causantes de hiperhidrosis por los efectos que ejercen sobre la vía termorreguladora.

tambien en este número

• Riesgo de agranulocitosis inducida por metamizol

• Comunicaciones de riesgos en medicamentos notificadas por la AEMPS 

número completo disponible en http://bit.ly/2GFDVVn