Implicancias de los cambios en la definición del recién nacido de término

Un editorial de la revista de la Sociedad Argentina de Pediatría alerta sobre las consecuencias indeseadas de haber adelantado la definición de embarazo a término a la semana 37 de gestación. Archivos Argentinos de Pediatría, 17 de agosto de 2017

Un editorial de la revista de la Sociedad Argentina de Pediatría alerta sobre las consecuencias indeseadas de haber adelantado la definición de embarazo a término a la semana 37 de gestación.

Archivos Argentinos de Pediatría, 17 de agosto de 2017

 

Durante muchos años, se consideraba el término del embarazo cuando el nacimiento ocurría entre las 38 y 41 semanas. Esa clasificación parecería adecuada ya que contemplaba una mayor maduración del recién nacido. Sin embargo, sin que hubiera a mi entender una razón justificada, hace unas décadas se decidió definir el término desde las 37 semanas de gestación. La complejidad de este tema exige una mirada amplia y honesta, que al menos contemple las principales consecuencias de esa modificación. Creo que no trajo beneficios pero sí perjuicios, uno de ellos fue el progresivo aumento indiscriminado de cesáreas a las 37 semanas con el argumento que el nacimiento estaba dentro del término, que lamentablemente sigue ocurriendo en especial en la actividad obstétrica privada.

En la actualidad, muchas instituciones privadas de nuestro medio tienen una tasa de cesáreas de 75% o mayor. Esto incrementa sensiblemente el riesgo de un aumento de la morbilidad neonatal y los trastornos cognitivos a largo plazo.

Varios estudios coinciden en que a las 37-38 semanas de gestación comparado con las 39 y 41 semanas, los recién nacidos por vía vaginal presentan una mayor mortalidad neonatal y la morbilidad se duplica, el bajo Apgar al nacer es un 70% más frecuente y la admisión en la UCIN algo más del doble.

No obstante, si bien los aspectos señalados son de suma importancia, la morbilidad de mayor preocupación actual son las alteraciones en el neurodesarrollo a largo plazo. Diversas investigaciones estudiaron la evolución del desarrollo del sistema nervioso en el feto. Hoy sabemos que luego de la segunda mitad de la gestación se observa un continuo avance en el desarrollo del cerebro, al principio lentamente y luego con mayor velocidad. Un claro ejemplo es que en las 34 semanas el peso del cerebro es de sólo el 60% del que alcanza entre las 39 y 41 semanas y el volumen del cerebro aumenta cinco veces. Además, la maduración neurológica continúa siendo muy activa a través de la neurogénesis, sinaptogénesis, arborización dendrítica y proliferación de células gliales hasta las 41 semanas.

Los estudios que evaluaron el riesgo de trastornos cognitivos a largo plazo en niños nacidos a las 39-41 semanas, observaron que los riesgos en ese grupo eran significativamente menores que en los término tempranos (37-38 semanas) que presentaron peores resultados en su desarrollo y educación.

 

El artículo completo:

Ceriani Cernadas JM. Los cambios en la definición del recién nacido de término y su implicancia en los cuidados perinatales. ¿Se están cumpliendo? Arch Argent Pediatr 2017;115(5):410-411.

Disponible en: http://bit.ly/2heLFON

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