Manejo del insomnio en el paciente anciano

BIT. Vol. 28 núm. 1 Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya,, 4 de abril de 2017 El objetivo del tratamiento del insomnio es conseguir un aumento de la cantidad y calidad del sueño, para mejorar la actividad y funcionalidad diurna. El tratamiento de primera línea son las medidas no farmacológicas. El tratamiento farmacológico debe reservarse para los casos más graves o refractarios y no se recomienda su uso crónico

BIT. Vol. 28 núm. 1
Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, 4 de abril de 2017

El insomnio es un trastorno frecuente en nuestra sociedad y su prevalencia aumenta con la edad. Contribuye a incrementar la morbilidad de los pacientes, afecta a la calidad de vida y los expone a un mayor riesgo de eventos adversos.

El anciano presenta cambios fisiológicos en la estructura del sueño que conducen a una disminución de su cantidad y calidad. Dado que los pacientes de edad avanzada a menudo son pluripatológicos, hay que hacer un diagnóstico preciso del insomnio, descartando otras patologías que puedan ser causa, o factor contribuyente.

El objetivo del tratamiento del insomnio es conseguir un aumento de la cantidad y calidad del sueño, para mejorar la actividad y funcionalidad diurna. En el paciente geriátrico es importante ajustar las expectativas en cuanto a los resultados.
El tratamiento de primera línea son las medidas no farmacológicas, principalmente la terapia cognitivo conductual (TCC). La TCC engloba estrategias tales como el control de estímulos, la restricción del sueño, técnicas de relajación, terapia cognitiva e higiene del sueño. Ha demostrado eficacia y sus resultados se mantienen en el tiempo.

El tratamiento farmacológico debe reservarse para los casos más graves o refractarios y no se recomienda su uso crónico. Las benzodiazepinas y los fármacos Z están indicados en insomnio y son eficaces, pero presentan efectos secundarios relevantes a los que el paciente geriátrico es especialmente vulnerable. Siempre hay que emplear la mínima dosis efectiva y limitar la duración del tratamiento. Se recomienda revisar los tratamientos crónicos e intentar, siempre que sea posible, una retirada progresiva. Los antidepresivos sedantes podrían ser una opción en pacientes concretos (ej: depresión concomitante), aunque no se dispone de suficiente evidencia que apoye su uso. Tampoco se dispone todavía de evidencia concluyente sobre otras terapias alternativas como la melatonina o las plantas medicinales

el boletín completo en catalán

Butlletí d’informació terapèutica BIT. Vol. 28, núm. 1, 2017 Maneig de l’insomni en el pacient ancià

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