Algunos medicamentos alteran el olor corporal a través de su propio olor o de sus efectos sobre el sudor, el aliento, la saliva o la microflora de la piel y las membranas mucosas
Algunos olores corporales provienen de sustancias que emanan del cuerpo y están presentes en las secreciones, el aire exhalado o los gases expulsados. Otros olores provienen de sustancias formadas por la microflora en la piel o las membranas mucosas. Cada persona tiene un olor corporal único que varía con la edad, el ciclo menstrual, el calor, las prácticas de higiene, las emociones (como el estrés o el dolor), el ejercicio físico, la dieta y el consumo de determinados alimentos (como el ajo o las especias) o sustancias como el alcohol o el tabaco.
Muchos fármacos alteran el olor corporal a través de varios mecanismos. Algunos aumentan la producción de sudor, como la adrenalina, las anfetaminas, la pseudoefedrina, el tramadol, los antidepresivos fluoxetina, paroxetina y venlafaxina, la pregabalina, la gabapentina, la codeína, el omeprazol y los medicamentos que provocan los sofocos.
Algunos medicamentos alteran el olor de la boca al interferir con el tránsito gastrointestinal y causar eructos: nicotina, aceite esencial de menta e inhibidores de la proteasa del VIH. Otros disminuyen la producción de saliva o alteran la microflora local: algunos antidepresivos y neurolépticos, opioides y colutorios antisépticos.
Algunos fármacos son olorosos por sí misms o producen compuestos olorosos: litio, bisfosfonatos. Sin embargo, otros alteran la composición de la microflora (antibióticos, antisépticos y antifúngicos) o alteran el sistema endocrino.
El olor corporal anormal puede tener consecuencias sociales, psicológicas y de otro tipo. Si estos se vuelven demasiado molestos para el paciente o las personas que lo rodean, y un medicamento parece ser el responsable, hay varias opciones a considerar: el medicamento podría ser reemplazado, suspendido o continuado con medidas higiénicas intensificadas, o el paciente podría aceptar el olor y posiblemente modificarlo con cosméticos.
El artículo original
"Drug-induced abnormal body odour" Prescrire International 2022; 31 (239): 187-189.