Rastreo de carcinoma nasofaríngeo con un análisis de sangre

La presencia en plasma de ADN del virus Epstein-Barr tuvo una sensibilidad de 97,1% y una especificidad de 98,6% para el diagnóstico de carcinoma nasofaríngeo, realizado por endoscopía y resonancia magnética. New England Journal of Medicine, 10 de agosto de 2017

La presencia en plasma de ADN del virus Epstein-Barr tuvo una sensibilidad de 97,1% y una especificidad de 98,6% para el diagnóstico de carcinoma nasofaríngeo, realizado por endoscopía y resonancia magnética.

New England Journal of Medicine, 10 de agosto de 2017

 

Antecedentes: el ADN del virus Epstein-Barr (EBV) circulante extracelular es un biomarcador para el carcinoma nasofaríngeo. Realizamos un estudio prospectivo para investigar si el ADN del EBV en muestras de plasma sería útil para detectar el carcinoma nasofaríngeo temprano en personas asintomáticas.

Métodos: se analizó el ADN del EBV en especímenes de plasma para examinar a participantes que no tenían síntomas de carcinoma nasofaríngeo. Los participantes con resultados inicialmente positivos fueron reexaminados aproximadamente 4 semanas más tarde, y aquellos con EBV ADN en plasma persistente positivo fueron evaluados con examen endoscópico nasal y resonancia magnética (RM).

Resultados: un total de 20.174 participantes fueron sometidos a tamizaje. El ADN del EBV fue detectable en muestras de plasma obtenidas de 1112 participantes (5,5%) y 309 (1,5% de todos los participantes y 27,8% de los que inicialmente fueron positivos) tuvieron resultados persistentemente positivos en la repetición de la muestra. Entre estos 309 participantes, 300 se sometieron a un examen endoscópico, y 275 realizaron tanto la exploración endoscópica como la RM. De estos participantes, 34 tenían carcinoma nasofaríngeo. Una proporción significativamente mayor de los participantes con carcinoma nasofaríngeo que se identificaron mediante cribado tenían una enfermedad en estadio I o II que en una cohorte histórica (71% vs. 20%, P <0,001 por la prueba del chi-cuadrado) y una mejor sobrevida a 3 años libre de enfermedad (97% frente a 70%, HR 0,10, intervalo de confianza del 95%, 0,05 a 0,18). Nueve participantes se negaron a someterse a nuevas pruebas y 1 de ellos presentó carcinoma nasofaríngeo avanzado 32 meses después de ingresar al estudio. Se desarrolló carcinoma nasofaríngeo dentro del año posterior a la prueba en sólo 1 participante con ADN de EBV negativo en las muestras de plasma. La sensibilidad y especificidad del ADN del EBV en las muestras de plasma en el cribado de carcinoma nasofaríngeo fueron 97,1% y 98,6%, respectivamente.

Conclusiones: el análisis de ADN de EBV en muestras de plasma fue útil en el cribado de carcinoma nasofaríngeo asintomático temprano. El carcinoma nasofaríngeo se detectó significativamente antes y los resultados fueron mejores en los participantes que fueron identificados por el cribado que en los de una cohorte histórica.

 

El artículo completo:

 

 

Chan KCA, Woo JKS, King A, et al. Analysis of Plasma Epstein–Barr Virus DNA to Screen for Nasopharyngeal Cancer. N Engl J Med 2017; 377:513-522.

Disponible en: http://bit.ly/2w6mbNv

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