Recomendaciones para el uso de oxígeno en pacientes con COVID 19
Ante la situación actual de la segunda ola, se prevée una utilización mayor de oxígeno en los casos de pacientes con COVID-19. Esta guía cuenta con consejos y recomendaciones para el uso racional del oxígeno. Ministerio de Salud de la Nación, mayo de 2021
Situación Actual
La segunda ola de COVID-19 ha traído un vertiginoso crecimiento de los casos con picos de ocupación en diferentes distritos, especialmente el ÁREA Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) alcanzando una ocupación cercana al 95% en efectores particulares. Adicionalmente, existen algunas características epidemiológicas diferenciales relacionadas con un promedio de edad de pacientes internados en UTI más jóvenes y mayor requerimiento de ARM.
Observando el panorama de forma global, la ocupación no sólo en Unidades de Terapia Intensiva (UTI), sino de camas de salas de clínica y servicios de emergencia así como de recursos prehospitalarios es muy alta. La ocupación ha llegado a ser cercana del 65,6% de las camas en la región del AMBA con una distribución mayor sobre el subsector privado y de obras sociales merced de que el 60% de la población que reside en los diferentes municipios integrantes y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) cuentan con algún tipo de cobertura complementaria al acceso universal a los cuidados que brinda el subsector público.
Adicionalmente, a diferencia de lo ocurrido durante el 2020, la segunda ola golpea a un sistema de salud que cuenta con una importante ocupación de patología no COVID.
El oxígeno es la base del tratamiento de la neumonía hipoxémica por SARS-CoV-2 (Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus-2) y otros agentes infecciosos, así como de otras patologías en los diferentes niveles de atención. La alta demanda actual debida al importante aumento de casos moderados/graves que se encuentran con oxigenoterapia y la mayor utilización de modalidades ventilatorias no invasivas (con importante consumo de oxígeno) tales como Cánula Nasal de Alto Flujo (CNAF) y CPAP que en la primera ola no tuvieron un uso generalizado, condiciona la necesidad de establecer normativas claras para la administración de oxígeno en base a criterios científicos, así como de reforzar algunas pautas logísticas importantes que permitirán que todos los pacientes que lo requieran puedan acceder al oxígeno según su necesidad sin ninguna demora.
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