La semaglutida (Wegovy®), ha sido aprobada junto con una dieta baja en calorías y una mayor actividad física para el tratamiento de la obesidad.
Los resultados de los estudios, de una duración de 15 meses, mostraron una reducción porcentual de peso del 6% al 12% a favor de semaglutida respecto a placebo. Luego de 15 meses, la pérdida de peso se estabiliza y, al suspender el tratamiento, se recupera el peso.
La mayor evidencia disponible de semaglutida se encuentra en pacientes obesos con un IMC ≥30 kg/m2.
El NICE del Reino Unido, tras realizar un acuerdo de reducción de precios por el alto costo de este medicamento, considera su uso en pacientes adultos con un IMC de al menos 35 kg/m2 y utilizado en el contexto de servicios especializados en control de peso. Mientras que CADTH de Canadá, ha desestimado su financiación.
La popularidad de semaglutida ha aumentado por la promoción en redes sociales para la pérdida de peso estética en personas sin obesidad, es decir, fuera de las indicaciones aprobadas.
La publicidad resalta los beneficios, pero no menciona el hecho de que la interrupción del tratamiento produce un aumento de peso; se omite que la semaglutida tiene una advertencia sobre el cáncer de tiroides y otros riesgos, como la pancreatitis aguda y la enfermedad de la vesícula biliar.
Se desconoce el daño potencial que podrían causar los anuncios de semaglutida, cuando se la promociona como una solución cosmética rápida.
El uso de este medicamento implica un tratamiento prolongado que, además de generar un gasto bastante considerable, es motivo de preocupación debido a que no se conocen datos sobre su seguridad a largo plazo.
el Boletín CIME-FCQ-UNC (2023) Núm 3. ISSN 3008-7007, elaborado por Mariana Caffaratti disponible en: https://n9.cl/i3qsu