En un entorno con adecuado monitoreo de la condición fetal y de las contracciones uterinas, la interrupción rutinaria de la estimulación con oxitocina puede conducir a un pequeño aumento en la tasa de cesáreas pero a un riesgo significativamente reducido de hiperestimulación uterina y patrones anormales de frecuencia cardíaca fetal. British Medical Journal, 14 de abril de 2021.