Cannabis medicinal: riesgos relacionados con la indicación previa a su aprobación

Un artículo reciente de los Arhcivos Argentinos de Pediatría alerta sobre la necesidad de aplicar a los derivados de cannabis los requisitos exigibles a todos los medicamentos, en particular un conocimiento apropiado de sus riesgos y beneficios, antes de indicar su uso. Archivos Argentinos de Pediatría, enero de 2020.

Resumen

En los últimos años, se ha observado un incremento significativo en el interés por la prescripción del cannabis medicinal. En el siguiente artículo, se informa acerca de la escasa base científica que avala la prescripción de estos compuestos en un listado amplio y diverso de patologías médicas. Se considera fundamental que cualquier sustancia que vaya a ser utilizada en humanos siga un protocolo de aprobación estricto y científico, que pueda desligarse de modas o de resultados individuales. Es necesario que, antes de la prescripción de una droga en personas, deba tenerse un panorama claro de cuáles son los usos del compuesto en cuestión, pero, sobre todo, de su seguridad, que es prácticamente desconocida en el cannabis medicinal.

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En resumen, se considera necesario que se tome conciencia de que el desarrollo de una droga, cualquiera que esta fuere, no puede seguir los tiempos de impulsos sociales basados en el empirismo. El desarrollo de un compuesto terapéutico debe seguir pasos estrictos que permiten –no de manera infalible– conocer el perfil de seguridad y los riesgos que implica la indicación en personas. Se sabe que las modas son cambiantes y que, hoy en día, hay un interés creciente por los cannabinoides. La historia de la medicina está repleta de compuestos a los que se les han otorgado efectos terapéuticos no probados y que resultaron nocivos. Para nombrar dos ejemplos, el mercurio y el arsénico han formado parte del arsenal terapéutico clínico durante siglos y hasta hace no mucho tiempo.

Es necesaria la realización de estudios rigurosos que determinen, del modo más eficiente posible, la seguridad y la eficacia de los derivados del cannabis. Si esto no ocurre, se perderá la posibilidad de hallar herramientas terapéuticas necesarias y quedará todo en manifestaciones individuales basadas en creencias.

Finalmente, no hay que olvidar que la práctica médica debe basarse en el viejo aforismo médico “Primum non nocere”; en castellano, “Primero no dañar”.

El artículo original:

Appiani FJ, Duarte JM. Cannabis medicinal: riesgos relacionados con la indicación previa a su aprobación. Arch Argent Pediatr 2020; 118(1):64-67.

Disponible en: http://bit.ly/2Gg3CcL

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