Consumo de lácteos, presión arterial sistólica y riesgo de hipertensión

BMJ, 16 de marzo de 2017 éste amplio análisis de las variables instrumentales y revisión sistemática de los ensayos clínicos existentes no apoya La débil asociación inversa entre la ingesta de productos lácteos y la presión arterial sistólica en los estudios observacionales

BMJ, 16 de marzo de 2017

Objetivo: Examinar si las asociaciones inversas anteriores observadas de la ingesta de productos lácteos con la presión arterial sistólica y el riesgo de hipertensión son causales.

Diseño: Estudio aleatorizado mendeliano usando el polimorfismo de un solo nucleótido rs4988235 relacionados con la persistencia de la lactasa como una variable instrumental.

Ámbito: Consorcio CHARGE (Cohorts for Heart and Aging Research in Genomic Epidemiology).

 Participantes: Se obtuvieron datos de 22 estudios con 171.213 participantes y otros 10 estudios prospectivos publicados con 26.119 participantes incluidos en el análisis observacional.

Principales medidas de desenlace: La estimación de la variable instrumental se llevó a cabo utilizando el enfoque de relación de coeficientes. Usando metanálisis, se sumaron otros ocho ensayos clínicos aleatorios publicados sobre la asociación del consumo de productos lácteos con la presión arterial sistólica.

Resultados: Comparado con el genotipo CC (CC está asociado con deficiencia completa de lactasa), el genotipo CT / TT (TT se asocia con persistencia de lactosa y CT está asociada con cierta deficiencia de lactasa) de LCT-13910 (gen de persistencia de lactasa) el rs4988235 se asoció con mayor consumo de lácteos (0,23 (aproximadamente 55 g / día), intervalo de confianza del 95% 0,17 a 0,29) por día; P <0,001) y no se asoció con la presión arterial sistólica (0,31, intervalo de confianza del 95% -0,05 a 0,68 mmHg, P = 0,09) o riesgo de hipertensión (odds ratio 1,01, 95% intervalo de confianza 0,97 a 1,05, p = 0,27 ). Utilizando LCT-13910 rs4988235 como variable instrumental, el consumo de productos lácteos genéticamente determinado no se asoció con la presión arterial sistólica (β = 1,35, intervalo de confianza del 95% -0,28 a 2,97 mmHg por cada porción / día) o riesgo de hipertensión (odds ratio 1,04, 0,88 a 1,24). Por otra parte, el metanálisis de los ensayos clínicos publicados mostró que una mayor ingesta de lácteos no tiene un efecto significativo sobre el cambio en la presión arterial sistólica para las intervenciones de más de 1 mes a 12 meses (intervención en comparación con los grupos control: β = -0,21, 0,98 a 0,57 mm Hg). En el análisis observacional, cada incremento de la porción / día en el consumo de lácteos se asoció con -0.11 (intervalo de confianza del 95% -0.20 a -0.02 mm Hg; P = 0.02) menor presión arterial sistólica pero no riesgo de hipertensión (odds ratio 0.98, 0.97 to 1,00; P = 0,11).

Conclusión: La débil asociación inversa entre la ingesta de productos lácteos y la presión arterial sistólica en los estudios observacionales no se apoyada por éste amplio análisis de las variables instrumentales y revisión sistemática de los ensayos clínicos existentes.

el trabajo

Ding Ming, Huang Tao, Bergholdt Helle KM, Nordestgaard Børge G, Ellervik Christina, Qi Lu et al. Dairy consumption, systolic blood pressure, and risk of hypertension: Mendelian randomization study BMJ 2017; 356 :j1000

en bit.ly/2okNv3D

 

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