Fármacos a evitar Prescrire 2020

La revista Prescrire ha publicado su actualización 2020 de los fármacos a evitar por considerarlos con una relación beneficio-riesgo desfavorable o por existir alternativas terapéuticas más seguras. Actualmente incluye un total de 105 fármacos considerados con una relación beneficio-riesgo desfavorable en todas las indicaciones para las que han sido autorizados en Francia o en la Unión Europea.

Actualmente incluye un total de 105 fármacos considerados con una relación beneficio-riesgo desfavorable en todas las indicaciones para las que han sido autorizados en Francia o en la Unión Europea. La evaluación beneficio-riesgo se realiza mediante una búsqueda documental metódica y reproducible, determinación de los criterios de eficacia, clasificación de los datos científicos según su nivel de evidencia, comparación con los tratamientos de referencia y consideración de los efectos adversos y puntos de incertidumbre.


Los motivos por los que se han clasificado como fármacos a evitar son:

  • exponer a un riesgo excesivo en comparación a los beneficios

  • disponerse de fármacos más recientes con relación beneficio-riesgo más favorable

  • fármacos nuevos cuya relación beneficio-riesgo es peor que la de las alternativas disponibles con anterioridad

  • eficacia probada sólo frente a placebo y exposición a efectos adversos particularmente graves

Considerando los fármacos de la lista que están disponibles en nuestro país, los principales cambios producidos con respecto a la lista del año anterior son:

  • Fármacos que se incorporan a la lista al considerar que el riesgo de efectos adversos no compensa su eficacia: Ginkgo biloba (eficacia no demostrada), naftidrofutilo (eficacia limitada y similar al ejercicio físico), tenoxicam (eficacia no superior a otros AINE), xilometazolina (para un problema leve que se resuelve sin tratamiento).

Es aconsejable acceder al documento original (en francés) para consultar el listado completo de “fármacos a evitar” y los argumentos que justifican la inclusión de cada uno de ellos.

(*) Prescrire, es un organismo francés, independiente y sin ánimo de lucro, dedicado a la formación e información sobre medicamentos a los profesionales de la salud y, a través de ellos, a los pacientes.


 

Esta es la octava revisión anual consecutiva de “fármacos a evitar” de Prescrire, que incluye fármacos que se ha documentado que son más peligrosos que beneficiosos [1, 2]. El objetivo es facilitar la elección de tratamientos seguros y efectivos, principalmente para evitar la exposición de los pacientes a daños inaceptables. Los fármacos incluidos (a veces una fórmula o dosificación concreta) deberían evitarse en todas las indicaciones clínicas para las que se autorizaron en Francia o en la Unión Europea.

Una metodología fiable, rigurosa e independiente
¿Qué fuentes de datos y metodología empleamos para evaluar el balance riesgo-beneficio de un fármaco?

La siguiente revisión incluye fármacos e indicaciones sobre los que hemos publicado análisis detallados en nuestra edición francesa durante un período de nueve años, desde 2010 a 2018. Algunos fármacos e indicaciones se examinaron por primera vez, mientras que otros fueron revaluados al conocerse nuevos datos sobre su eficacia o sus efectos adversos.

Todas nuestras publicaciones pretenden proporcionar a los profesionales sanitarios (y por tanto a sus pacientes) información clara, independiente, fiable y actualizada, libre de conflictos de intereses y de presiones comerciales.

Prescrire se estructura de forma que se garantice la calidad de la información proporcionada a nuestros subscriptores. El Equipo Editorial está compuesto por un amplio grupo de profesionales de varias ramas sanitarias pertenecientes a distintos sectores que no tienen conflictos de interés. También contamos con una extensa red de revisores externos (especialistas, metodólogos, y facultativos que representan a nuestros lectores), y cada artículo está sometido a múltiples controles de calidad y a comprobaciones cruzadas en cada fase del proceso editorial (consulte About Prescrire: How we work en la dirección english.prescrire.org, en inglés). Nuestro proceso editorial es un proceso colectivo, simbolizado con la firma ©Prescrire.

Prescrire también es apasionadamente independiente. Nuestro trabajo se financia única e íntegramente a través de nuestros subscriptores. Ninguna compañía, organización profesional, sistema de seguros, agencia gubernamental o autoridad sanitaria tiene influencia económica alguna, de ningún tipo, sobre el contenido de nuestras publicaciones.

Comparación con tratamientos de referencia. El balance riesgo-beneficio de un fármaco determinado debe ser revaluado continuamente cuando surjan nuevos datos sobre su eficacia o efectos adversos. De igual modo, cuando nuevas opciones terapéuticas en forma de nuevos fármacos llegan al mercado. Algunas ofrecen una ventaja terapéutica, mientras que otras son más peligrosas que beneficiosas y no deberían emplearse [3].

Todas las evaluaciones de fármacos y de indicaciones realizadas por Prescrire se basan en una búsqueda bibliográfica sistemática y reproducible. Posteriormente nuestro Equipo Editorial analiza de forma colectiva la información resultante, siguiendo una metodología establecida:

se priorizan datos de eficacia: se concede más peso a los estudios que aportan evidencias fehacientes sólidas, es decir, ensayos controlados, aleatorizados y de doble ciego:

el fármaco se compara con un tratamiento de referencia cuidadosamente escogido, si existe (no necesariamente un fármaco);

se enfatizan los resultados basados en los criterios de valoración clínicos más relevantes para la población diana. Esto significa que cuando es posible ignoramos criterios de valoración indirectos como marcadores de laboratorio que no han demostrado estar correlacionados favorablemente con un resultado clínico [4, 5].

Análisis minucioso de los efectos adversos. Los efectos adversos pueden ser más difíciles de analizar, ya que a menudo su documentación está menos pormenorizada que en el caso de la eficacia, y esta discrepancia debe tenerse en cuenta.

El perfil de efectos adversos de cada fármaco se evalúa al examinar los datos procedentes de ensayos clínicos y de estudios farmacotoxicológicos en animales, y de cualquier afiliación farmacológica.

Cuando se aprueba un fármaco nuevo hay mucha información que se desconoce. Es posible que algunos efectos adversos raros y graves se pasen por alto durante los ensayos clínicos y que sólo emerjan tras varios años de uso rutinario por muchos pacientes [3].

Datos empíricos y experiencia personal: riesgo de sesgo. La evaluación empírica del balance riesgo-beneficio de un fármaco en base a la experiencia individual puede ayudar a guiar investigaciones posteriores, pero está sujeta a un sesgo importante que reduce significativamente el nivel de evidencia de los hallazgos [3, 4]. Por ejemplo, un resultado específico puede ser difícil de atribuir a un fármaco particular, y hay que tener en cuenta otros factores, incluyendo la historia natural de la enfermedad, el efecto placebo, el efecto de otro tratamiento que quizás el paciente no haya mencionado, o un cambio en la dieta o el estilo de vida. De igual modo, es posible que un médico que percibe una mejora en ciertos pacientes no sea consciente de que muchos otros pacientes se han visto perjudicados por el mismo tratamiento [3].

El mejor método para minimizar el sesgo subjetivo causado por la evaluación no comparativa de algunos pacientes es priorizar los estudios clínicos metodológicamente correctos, en particular los ensayos aleatorizados de doble ciego frente a un tratamiento estándar [3, 4].

Trastornos graves sin tratamiento efectivo: los pacientes deberían recibir información sobre las consecuencias de las intervenciones. Al afrontar un trastorno grave para el que no existe un tratamiento efectivo, algunos pacientes optan por renunciar al tratamiento mientras que otros están dispuestos a probar cualquier fármaco que pueda proporcionales un alivio temporal, a pesar del riesgo de efectos adversos graves.

Cuando el pronóstico a corto plazo es malo, algunos profesionales de la salud pueden proponer tratamientos de “uso compasivo” sin informar completamente al paciente sobre los riesgos, ya sea intencionada o inconscientemente.

En esta situación, los pacientes no deben tratarse como conejillos de indias. Los “ensayos” de fármacos pertenecen a la esfera de la investigación clínica formal y de ejecución correcta, no a la atención sanitaria. Por supuesto, resulta útil inscribir a pacientes en ensayos clínicos, siempre que estén informados de los riesgos, de la naturaleza incierta de los posibles beneficios, y de que los resultados del ensayo se publicarán con el fin de avanzar en el conocimiento médico.

Sin embargo, los pacientes siempre deben ser conscientes de que tienen la opción de negarse a participar en ensayos clínicos o a recibir tratamientos de “uso compasivo” con un balance riesgo-beneficio incierto. También se les debe asegurar que, si se niegan, no se les abandonará, sino que seguirán recibiendo la mejor atención posible. Los tratamientos paliativos y sintomáticos son elementos útiles de la atención al paciente, aunque no están destinados a modificar el curso de la enfermedad subyacente.

Por su propia naturaleza, los ensayos clínicos implican un alto grado de incertidumbre. En cambio, los fármacos empleados en la atención rutinaria deben tener un balance riesgo-beneficio aceptable. El permiso de comercialización sólo debería concederse una vez se ha comprobado su eficacia en comparación con el tratamiento de referencia, y se defina un perfil de efectos adversos aceptable: en general, la información adicional recogida tras concederse el permiso de comercialización es escasa, en el mejor de los casos [3].

¿Cuáles son los principales cambios en la actualización de 2020?


 

Referencias seleccionadas procedentes de la búsqueda bibliográfica de Prescrire

  1. Prescrire Editorial Staff “Towards better patient care: drugs to avoid in 2018” Prescrire Int 2018; 27 (192): 107-1-107-9.

  2. Prescrire Editorial Staff “Towards better patient care: drugs to avoid” Prescrire Int 2013; 22 (137): 108-111.

  3. Prescrire Rédaction “Des médicaments à écarter pour mieux soigner: pourquoi?” Rev Prescrire 2013; 33 (360): 792-795.

  4. Prescrire Editorial Staff “Determining the harm-benefit balance of an intervention: for each patient” Prescrire Int 2014; 23 (154): 274-277.

  5. Prescrire Editorial Staff “Treatment goals: discuss them with the patient” Prescrire Int 2012; 21 (132): 276-278.


 


el articulo y listado completo

"Pour mieux soigner, des médicaments à écarter : bilan 2020" Rev Prescrire 2019 ; 39 (434) : 931-942. (pdf, accès libre)

 

en http://bit.ly/2wLNdLG

ver listado 2019 https://www.fundacionfemeba.org.ar/blog/farmacologia-7/post/prescrire-2019-para-cuidar-mejor-medicamentos-a-evitar-46621

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